Para algunos observadores políticos de la ciudad, la candidatura de Miyerlandi Torres representa en este momento la ‘bisagra’ que podría impulsar una de las dos campañas que encabezan la intención de voto para la Alcaldía de Cali.
“Ella pasa a cobrar un valor superlativo ahora que Diana Rojas se hizo a un lado de la carrera por la Alcaldía para apoyar a Alejandro Eder, quien, gracias a esa alianza, ha repuntado, pero no le es suficiente para alcanzar a un Roberto Ortiz que todavía le lleva cerca de 10 a 11 puntos en las recientes encuestas”, dice el consultor político y director de Innopolítica Jaime Gutiérrez.
“En un escenario donde ella se cuente hasta el final, seguramente pasaría a ser una de las principales figuras políticas de la ciudad y una de las primeras llamadas a ocupar la Alcaldía de Cali en cuatro años, o podría buscar gobernabilidad e inclinar la balanza para alguno de los dos”, añade.
De hecho, la candidata del movimiento ‘Un renacer para Cali’ le reconoció a El País que desde el inicio de la contienda electoral ha recibido propuestas de varias campañas para que una su candidatura a ellas.
¿Y si apoyara a Ortiz o a Eder?
Para Gutiérrez, “si se adhiriese a Eder, se inclinaría la balanza a su favor, apretaría más las encuestas y produciría un efecto de cercanía y de alcanzar al candidato puntero, lo que ocasionaría que muchos votantes indecisos o a quienes les gusta estar del bando ganador pudiesen apoyarlo y apretar más el resultado en el que este alcance a Ortiz”.
Sin embargo, los analistas no ven posible esa alianza, dado que la propuesta de conformar una alianza ‘anti Chontico’ para “derrotar el continuismo” que ella hizo semanas atrás no tuvo ninguna resonancia ni en Eder ni en Rojas, todavía candidata.
En ese sentido, el director de Innopolítica recuerda que “en su momento, Diana le dijo a Torres que ella no podría sumarse a una campaña que estuviera vinculada históricamente con Jorge Iván Ospina, porque fue su secretaria de Salud y, si en ese momento a Rojas le ‘olía feo’ Miyerlandi, ¿será que están dispuestos a cambiar esa concepción ética e ideológica en menos de un mes?”.
También menciona que, en el caso hipotético de que la campaña ‘azul’ se adhiriese a la aspiración de ‘El Chontico’, “indudable e indefectiblemente él sería el triunfador de la contienda electoral el 29 de octubre”.
Además, en el caso de que Torres decidiera declinar su candidatura para sumarse a alguna de las de los líderes en la intención de voto, el politólogo Alejandro Echeverry indica que “se inclinaría más por el lado de Roberto Ortiz, dado que hay unos sectores políticos afines entre ellos”.
No obstante, El País le preguntó a la aspirante sobre sus planes y ella aseguró que está completamente convencida de que va hasta el 29 de octubre, porque tiene la oportunidad “de ser la primera alcaldesa de Cali”.
“Continuamos con esa convicción trabajando por estar en el primer cargo de la ciudad con una mujer preparada desde la formación académica, la experiencia, la capacidad administrativa y gerencial, que es lo que se necesita”.
Echeverry apunta que ella “tiene una ventaja frente a los demás candidatos y es que es la única mujer que todavía sigue en la contienda. Es una aspirante que ha venido trabajando en los últimos nueve meses en una campaña que ha tenido un crecimiento que, aunque no es grande, es constante y probablemente superará el 10% de la votación que se registre en estas elecciones”.
“Sé que los caleños están buscando independencia, sin las mismas estructuras de siempre que han elegido a los alcaldes de la ciudad, sin las chequeras que definen el futuro de las campañas y el de nuestra ciudad. Aquí seguimos con una candidatura que es con la única que realmente se puede hacer la diferencia en la Administración Municipal”, dice Torres.
Y añade: “Voy hasta el final, convencida de que estamos representando a esa clase trabajadora que se levanta todos los días a construir una mejor sociedad, a aquella que saca sus hijos adelante y a sus familias”.