Agencia Colprensa
El próximo 16 de diciembre estará terminando el periodo ordinario de sesiones el Congreso de la República, y desde ya, se empiezan a prender las alarmas sobre el trámite de los proyectos principales para saber cuál será su suerte legislativa, pero en especial los del Gobierno Nacional, que, como siempre, son los que mayor atención tienen en el Congreso como en el país.
Y es precisamente la agenda de las reformas sociales la que se lleva toda la atención. En su estrategia por dejar un legado en ese sentido, el presidente Gustavo Petro y su gobierno centraron los intereses legislativos en los cambios de fondo a la operación de los sistemas de salud y pensional, las normas laborales y el modelo de funcionamiento de la educación pública.
Son ya diez meses los que llevan estos proyectos en el Congreso de la República, en donde no han contado con la mejor de las suertes por varias razones.
La primera es la complejidad de los cambios propuestos, lo cual ha llevado a que los intereses de todos los sectores estén muy atentos a lo que pueda pasar.
Otra es que el Presidente de la República perdió muy rápidamente la fortaleza política con la que arrancó en agosto de 2022, tras la salida del Partido Conservador y el Partido de la U de la coalición inicial que había conformado.
A ello se suma que en el Pacto Histórico y la Alianza Verde no todos sus congresistas por unanimidad están con el Gobierno, mientras que se tiene la oposición de lleno de Cambio Radical y el Centro Democrático.
Incluso un aliado pequeño, el partido En Marcha, dio un paso al costado y se declaró independiente en septiembre pasado. Sumado a ese complejo escenario, los resultados electorales en octubre le complicaron más la partida al Presidente.
¿Qué viene para las reformas?
Con poco más de cuatro semanas, que realmente son menos de 20 días hábiles de sesiones , el panorama de las reformas es cada vez más complejo y es muy probable que ninguna se convierta en realidad este año.
La ‘joya de la corona’ en esa discusión sigue siendo la reforma a la salud, la cual hasta ahora no ha tenido mayor avance.
Desde el 20 de julio hasta la mitad de noviembre el trámite de ese proyecto ha sido complejo en la plenaria. Con la expectativa de la llegada de un nuevo presidente, el liberal Andrés Calle, se pensó que la reforma saldría rápido.
Pero la discusión lleva cerca de dos meses, tiempo en el cual se ha aprobado un poco más de la mitad de su articulado, esto debido a una estrategia de la oposición de cuestionar el trámite de la ley, la cual consideran que está viciada.
A ello se sumó el trabajo de elecciones, que redujo el tiempo de trabajo de los representantes. Y como si fuera poco, esta semana se tuvo que aplazar su discusión una semana más porque no se anunció para que siguiera la discusión.
¿Qué podría pasar de acá a mitad de diciembre? La reforma a la salud podría ser votada en su totalidad en la plenaria de la Cámara la próxima semana.
De ser así, el proyecto llegaría a su trámite al Senado en los primeros días de diciembre. Allí deberá entrar a su discusión en la Comisión VII, pero primero deberá tener radicadas las ponencias. Previo a eso la comisión hará una audiencia pública.
Por más ambiente que haya, lo cierto es que la reforma la salud en el Senado no podría ser aprobada de lleno en diciembre para convertirse en ley.
En cuanto a la reforma pensional, ese proyecto no arranca en la plenaria del Senado pese a que pasó a esa instancia desde junio pasado.
Por ahora hay tres ponencias: una mayoritaria, que es la de gobierno, una más que es modificatoria y una tercera que es la de hundimiento, presentada por la oposición.
La reforma avanzaría este mes en la plenaria del Senado, pero en la Cámara de Representantes apenas podría empezar a tener su discusión en la Comisión VII. Así las cosas, no alcanzaría el tiempo para su cuarto debate en la plenaria de la Cámara.
La otra reforma que está en fila es la laboral, proyecto que volvió a llevar el Gobierno este semestre. La misma ya tiene ponencia mayoritaria, pero aún no está la de la oposición y se espera que pueda alcanzar a ser votada en primer debate antes del 16 de diciembre.
La reforma a la educación (en realidad son dos proyectos, uno de ley ordinaria y otro de ley estatutaria), está en las comisiones VI y I de la Cámara, en donde se espera que a más tardar en la última semana de noviembre se pueda discutir y aprobar, pero no tendría discusión en la plenaria por falta de tiempo.
Todos estos proyectos se podrían discutir en sesiones extraordinarias si avanzan, si así lo considera el Gobierno y si tiene los votos. Pero lo cierto es que al cierre del año ninguna de las reformas sociales alcanzaría ser ley.