Leo Macías es uno de los nombres más reconocidos en el mundo de la industria publicitaria y lo es por una razón simple: ha logrado numerosos premios a nivel global en esta profesión.

En su palmarés como diseñador de logos y estrategias publicitarias se cuentan los del London Festival, Fiap, New York Festival, Clio, D&AD, ADC, El Ojo, entre otros.

Macías, además, es artista y creador de la iniciativa ApArt, una propuesta que concibió mientras vivía y trabajaba en Brasil y que consiste en abrir un espacio en su apartamento como galería de Arte.

¿Cómo es que usted termina como publicista y artista plástico en Brasil?

Cuando tenía 17 años salgo de Cali con rumbo a Bogotá, pues en esa ciudad es donde están las grandes agencias de publicidad del país. Allí trabajo durante tres años en una multinacional y cuando tenía 20 años fui invitado para irme a vivir a Brasil como socio de una agencia, en medio de ese éxodo de finales de los 90. Yo no lo dudé en ningún momento, porque sabía que Brasil es el tercer país del mundo con mayor producción en publicidad, luego de Inglaterra y EE. UU.

La idea era quedarme tres años, ganar experiencia y regresar y terminé quedándome 20 años en Brasil.

¿Allí comienza su relación con el arte?

La verdad es que yo siempre he coleccionado arte y he tenido relación con el arte. A los 28 años empecé a pintar y poco a poco fui descubriendo la escultura y materiales como el caucho, la madera y empiezo a entender qué es lo que quiero decir a través de mis obras, cuáles son las cosas que deseo expresar.

¿Pero llevó ambas aficiones de modo parelelo?

Sí, yo nunca me he desligado de la publicidad porque esa es mi profesión y el arte me alimenta, es mi plan b. Sin embargo, yo he conseguido conciliar las dos carreras.

¿Cómo surge la idea ApArt?

Yo siempre busqué tener una galería de arte que me abriera las puertas y me representara para mostrar mi trabajo. Pero fue muy difícil encontrar un espacio, yo creo que debido a que hay muchos artistas y muy pocas galerías. Entonces decidí comprar un apartamento muy grande y montar una galería de arte dentro del apartamento.

Hice un cubo de vidrio dentro de un lugar con iluminación y me dije: esa va a ser la galería para exponer mi trabajo y para que otros artistas puedan mostrar su trabajo. Eso comenzó hace cuatro años en Brasil. La primera muestra que se hizo fue una exposición de 15 artistas invitados de ese país y luego yo realicé mi primera exposición artística.

La iniciativa fue todo un éxito y después de eso nos expandimos a Nueva York y ahora estamos en Colombia. En el mismo edificio donde yo vivo hago una exposición durante una semana y luego agendo vía e-mail y monto la exposición para quienes quieran ir.

Cuéntenos sobre su exposición

Mis abuelos se dedicaron a las manualidades para pasar su vejez. Mi abuelo hacía esculturas en arcilla que le quedaban chuecas. Yo nunca identifiqué eso como imperfecciones. Mi abuela pintaba y recortaba cosas como casas y pájaros de revistas y los pegaba en las pinturas. Entonces, para una serie que realicé, empecé a ver esos trabajos, los intervine, y así realice mi primera exposición: ‘Imperfecciones y apropiaciones’.