El historiador cubano Miguel Ángel Alvelo investigó la relación de amistad entre Fidel Castró, líder de la revolución cubana, y el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, dos personajes ideológicamente opuestos, pero a quienes les unió su origen gallego común.
Un peculiar capítulo de la historia es el que revela el libro Manuel Fraga un gallego-cubano, Fidel Castro un cubano-gallego, escrito por el historiador cubano gallego, Miguel Ángel Alvelo Céspedes. En él se reconstruye de forma documentada la relación entre el líder de la revolución cubana y un referente del movimiento de izquierda, Fidel Castro, y quien fuera presidente de la Xunta de Galicia y representante del pensamiento de derecha. Ambos personajes tuvieron una cercanísima relación de amistad y diplomática, gracias a sus raíces comunes.Alvelo, quien nació en Camaguey en 1968, se graduó en Cuba en educación física y deportes, para luego marcharse de la isla en 2001, gracias a la gestión de Fraga, a quien conoció en una visita que realizó a su país. Su admiración por el líder galicio lo motivó a escribir este libro, que ya tuvo oportunidad en la península Ibérica y en la isla caribeña. Casado con una caleña y admirador de la cultura colombiana, el escritor le contó a GACETA los pormenores de este libro que aún no llega a el país, pero que ha despertado la curiosidad de los historiadores.¿Por qué su interés en documentar la vida de Manuel Fraga y de Fidel Castro, reconocidos sobre todo por su vida como líderes políticos?Mi interés inicial fue por Manuel Fraga Iribarne, a quien conocí en 1998 en La Habana, en su segunda visita a Cuba, donde recibió el premio Honoris Causa de la Facultad de Ciencias Políticas y Humanidades, de la Universidad de Oriente Santiago de Cuba.Fue Fraga, a petición mía, quien me sacó de Cuba, no por problemas políticos ni mucho menos, sino por ser hijo de gallego. Fraga es un digno ejemplo para todos los colores políticos, estuvo dedicado a la política durante 36 años y jamás pisó un juzgado por problemas de corrupción o malversación. Fidel Castro es hijo de gallego y siempre estuvo pendiente de las visitas de Fraga a Cuba, era obvio que Fidel tenía que estar en este libro, sabiendo el lector que es un libro equilibrado.Usted aclara que su libro es apolítico y que lo que lo mueve son los hechos históricos y culturales. ¿Es posible separar estos personajes de su dimensión política?Al escribir el libro mi amigo Luis María Anson, un periodista que fuera director del ABC-España, me dijo Alvelo, el libro debe ser humano, dirigido a la figura de Manuel Fraga. Si a este libro le hubiera inyectado temas políticos al final habría terminado en un campo de batalla sin ver el final de la guerra, sabiendo que perdería todo brillo el homenajeado. Luché contra la política como luchó Napoleón Bonaparte en la Batalla del río Moscova. Y así logré aislarme lentamente como ese barco que zarpa de un puerto y se aleja; al final me convertí en una gaviota libre y sin dueño.¿Cuáles fueron los factores que más acercaron las vidas de Fraga y Castro?Ambos estadistas se unieron en el tiempo y dejaron una lección para todos los políticos: se puede pensar muy diferente y ser de formaciones políticas muy distintas, pero unirse cuando se trata del bien común de la colectividad gallega en Cuba. Hoy, gracias a ese acercamiento, el Gobierno de Galicia ayuda a 7 mil gallegos en la isla, los cuales se benefician de todos sus programas.¿Cuáles eran las raíces comunes que tenían?Los padres de ambos provienen de la misma provincia de Galicia, Lugo. Ambos padres emigraron a Cuba, tomando como residencia el Oriente; el padre de Fraga decidió vivir en el municipio Manatí, en la provincia Las Tunas, y el padre de Fidel escogió Biran, provincia de Holguín, y desde su llegada se dedicaron al sector azucarero. Fraga trabajó para la compañía Sugar Company Manatí, y el padre de Fidel, fue un rico terrateniente con 11.000 hectáreas de tierra, con 500 trabajadores, vendiendo la caña de azúcar a la United Fruit Company. Encontré que Fraga, con apenas 12 años, estando en el Colegio Público de Vilalba-Lugo-Galicia, pronunció un discurso del político español Castelar; mientras que, también con solo 12 años, Fidel Castro escribió una carta desde el Colegio Jesuita de Dolores Santiago de Cuba al Presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt. ¡Qué gran coincidencia en el misterio de la vida! ¿Cómo se inició el encuentro entre estos dos personajes?En 1990 Fraga gana las elecciones para ser Presidente de Galicia y le solicitó a su Secretario General de Emigración Exterior hacer su primer viaje a Cuba. Fue una visita muy cuestionada por sectores radicales de la derecha, fundamentalmente desde el exilio de Miami, en La Florida, pero lo que no entendía ese sector es que Fraga sería el hombre que daría una esperanza a los gallegos en Cuba y que Fidel Castro fue el encargado de preparar esta visita, a la que se le dio un tratamiento de protocolo como jefe de Estado y de Gobierno.¿En qué se diferenciaban radicalmente estos dos personajes?Manuel Fraga Iribarne es el Fundador de la Derecha Española, hoy convertido en el Partido Popular que gobierna España con mayoría absoluta. Cuando hablamos del comunismo en Cuba, hay varios personajes en el transcurso de la historia. El fundador del Partido Comunista de Cuba fue Julio Antonio Mella, junto a Carlos Baliño, en 1925, de allí hubo muchos años de camino hasta llegar al 3 de octubre de 1965, cuando se funda el Partido Comunista de Cuba, bajo el liderazgo de Fidel Castro Ruz. Allí está lo interesante: un comunista y un capitalista. Son dos personajes antagónicos ideológicamente, pero a quienes les unió el sentimiento y el recuerdo de sus padres gallegos.Usted documenta de forma rigurosa su libro, ¿cuál o cuáles considera fueron los datos o documentos más complicados de conseguir y confirmar en este proceso?Al escribir esta obra, que es investigativa e histórica, debo decir que el documento que más me costó conseguir fueron las partidas literales de los dos hermanos de Manuel Fraga Iribarne, que nacen en Manatí-Cuba: Doña María Fraga Iribarne y Don José Darío Fraga Iribarne, ambos cubanos. La investigación tomó alrededor de 4 años.Ya tuvo la oportunidad de presentar su libro tanto en España como en Cuba, ¿cómo ha sido recibido el libro en ambos lados del mundo?Nunca en la historia de la revolución cubana se había producido el fenómeno de que un cubano que se fue de Cuba en el 2001 viniera con la comitiva del Presidente Gobierno de Galicia, y encima con un libro sobre Manuel Fraga y Fidel Castro. Mi estancia de cuatro días en Cuba fue muy fructífera y muy sorprendente. Allí tuve el apoyo del historiador Eusebio Leal Spengler y también de los medios de comunicación; los cubanos, llenos de una cultura grandiosa, siempre se interesaron por mi obra. En España hemos realizado varias presentaciones, en Galicia, Madrid y ahora en Andalucía; después vuelvo a Galicia y a las Islas Canarias. Y puedo decir que la familia Fraga siempre está apoyando cada presentación.¿Por qué le interesa divulgar el libro en países como Colombia y en especial en Cali y cómo se puede conseguir el libro en nuestro país?Colombia es un país culto y además mi esposa es caleña. Cali tiene mucho parecido a Cuba, por temas culturales como la salsa, el clima, su gente alegre rumbera y chévere. De hecho, recuerdo a un buen cubano-colombiano que siempre admiré como periodista y locutor de radio, José Pardo Llada. Me interesa especialmente poder pisar Cali y rendirle un pequeño homenaje a este gran comunicador. Conseguir el libro físico es una tarea hasta el momento nula, habría que encontrar una empresa editorial. Pero dentro de unos días este libro estará en e-book, y así cualquier persona desde cualquier país de Latinoamérica podrá adquirirlo con facilidad.