1. No me llores...
“Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria
Ni dejar en la memoria
De los hombres mi canción.
Yo amo los mundos sutiles
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón”.
El hombre que musicalizó este poema de Antonio Machado, que nació en el Mediterráneo y no se siente extranjero en ningún lugar, el que golpe a golpe y verso a verso ganó seguidores en el mundo entero, anunció que el próximo año se retira de los escenarios, después de más de medio siglo haciendo camino al andar... y al cantar.
“No me gustó sentirme despedido por una plaga. Por eso me planteé ir al lugar más natural para hacerlo, con el público enfrente, lleno de gratitud y alegría”, ha dicho el cantautor de 78 años, para quien la pandemia del Covid-19 ha tenido un papel vital en su decisión de dejar la música en directo. Su último concierto fue en febrero de 2020, en una gira junto a su amigo Joaquín Sabina que quedó interrumpida por una caída en el escenario del artista andaluz. Poco después, la pandemia estalló e imposibilitó durante meses la música en directo. “Estaba cada vez más lejos de la actividad que hacía, y aunque no desde el sentimiento, lo cierto es que también estaba inevitablemente alejado de la gente”, asegura el cantautor catalán, quien se despedirá con una gira que arrancará en el Beacon Theater de Nueva York, el 27 de abril de 2022, pasará por Latinoamérica y finalizará el 23 de diciembre, en el Palau Sant Jordi de Barcelona, su ciudad natal, donde todo comenzó en 1965.
“Quiero despedirme en persona, recorriendo una vez más lugares que amo, viendo gentes que quiero, gentes que me han acompañado por más de 50 años”, dijo el artista de 77 años.
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Un anuncio que ratificó el pasado miércoles con un comunicado su disquera, Sony Music: “Después de una inactividad forzosa, obligada por la pandemia global de covid-19, Serrat regresa a los escenarios con una última gira, ‘El vicio de cantar 1965-2022’, con la que quiere despedirse personalmente del público con el que ha compartido vida y canciones durante más de medio siglo”.
Y mientras Serrat tararea “adiós, amor mío, no me llores, volveré, antes que de los sauces caigan las hojas”, muchas Penélopes del mundo esperan que esto sea una suerte de estrategia publicitaria y no un adiós definitivo. Una de las que sueña siempre con su regreso es la mánager de artistas caleña Irma Restrepo, “serraterísima”, quien desde el año 1979 no se ha perdido sus conciertos en Cali. “Yo aún era colegiala y fui a verlo al Teatro Municipal en la segunda de dos presentaciones que tuvo en la ciudad. En la primera función hubo un temblor muy fuerte, entonces en esa segunda ocasión comenzó diciendo: ‘Espero que hoy no se emocionen tanto, que hagan mover este teatro. Lo de ayer fue muy fuerte’”.
Cuenta Irma que muchos años después, cuando trabajaba para Sony Music, la compañía a cargo de distribuir su música (era artista BMG Music, pero Sony distribuía ese catálogo), “tuve la oportunidad de conocerlo más de cerca y de conversar con él dentro de mis funciones como representante de la compañía”. Y mientras esta y otras Penélopes del mundo lo esperan “con su bolso de piel marrón, y sus zapatos de tacón, y su vestido de domingo, meneando el abanico”, Sony Music anuncia que hasta el 8 de diciembre no habrá información detallada de los conciertos y sus fechas. Lo que sí es seguro es que Serrat cumplirá la promesa que le hizo a la Penélope caleña: “Piensa en mí, volveré, a por ti” y llevará su despedida también a Latinoamérica. “¡Qué sería de mí sin América Latina!”, exclamó él en una entrevista con El País, de España, el pasado jueves.
Joan Manuel Serrat Teresa nació en Barcelona el 27 de diciembre de 1943, en el barrio del Pueblo Seco, en una familia obrera. Su padre, José Serrat, fue un anarquista español afiliado a CNT y su madre, Ángeles Teresa, una ama de casa originaria de Belchite (Zaragoza).
El ambiente de prostíbulos, cabarets y teatros cerca a su casa en su niñez lo marcó al punto que gran número de sus canciones narran la cotidianidad de Cataluña tras la Guerra Civil, como en ‘La Carmeta’, ‘La Tieta’ y “El drapaire’, personajes de su entorno. A los 12 años, se matriculó como alumno interno en la Universidad Laboral Francisco Franco de Tarragona, donde cursó el Bachillerato Laboral Superior, en la especialidad Industrial Minera, titulándose como tornero fresador.
Y mientras cursaba estudios de perito agrícola, tocaba la guitarra como aficionado. En 1965, ya graduado, se presentó en el programa Radioscope de Salvador Escamilla en Radio Barcelona, en el que interpretó sus primeras canciones. Poco tiempo después, lo llamaron para contratarlo y grabar su disco debut. Su primer concierto lo realizó en el teatro L'Avenç de Esplugas de Llobregat (España).
Conocido como ‘El noi del Poble Sec’ (el chico de Poble Sec, en catalán], por el barrio barcelonés donde creció, pronto se convirtió en uno de los representantes de la ‘Nova Cançó Catalana’, aunque su primer gran éxito llegaría en 1969 con el álbum dedicado al poeta Antonio Machado.
Dos años más tarde aparecería su obra ‘Mediterráneo’, grabada en 1971, en Italia, con una canción que le da título y que se convertiría en un himno intergeneracional. También es autor de ‘Paraules d'amor’ (Palabras de Amor), ‘Lucía’, ‘Hoy puede ser un gran día’, ‘Cantares’ y ‘Aquellas pequeñas cosas’, las que ahora quiere recuperar, esas “que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel, o en un cajón. Como un ladrón, te acechan detrás de la puerta, te tienen tan a su merced, como hojas muertas”.
De firmes ideales progresistas, pertenece a una generación de artistas que lucharon contra el régimen franquista. Su familia materna, republicana, sufrió la muerte y la crudeza de la Guerra Civil (1936-1939) y él llegó a autoexiliarse un tiempo en México hasta la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975. De ahí que la memoria, las raíces y la libertad sean temas recurrentes de la obra de este cantautor de voz vibrante y cálida poesía, reconocido con múltiples galardones como el I Premio Nacional de las Músicas Actuales o la medalla de la Legión de Honor de la República Francesa.
Aunque el hombre que les hizo canciones a poetas como Antonio Machado, Mario Benedetti, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Pablo Neruda y Federico García Lorca, dice que seguirá tocando en familia -y no descarta grabar otro disco-, sí cantará su última canción en público el 23 de diciembre de 2022. Sin duda estará ‘Mediterráneo’, como dice Serrat: “una canción de estas maravillosas que consiguen un éxito tan grande, que se olvidará el nombre de quién la escribió y seguirá existiendo”.
Estrofas
Mediterráneo
“Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya.
Y amontonado en tu arena guardo amor, juegos y penas”.
Vagabundear
“No me siento extranjero en ningún lugar, donde haya lumbre y vino tengo mi hogar. Y para no olvidarme de lo que fui, mi patria y mi guitarra las llevo en mí”.
Qué va a ser de ti
“Y hoy te preguntas por qué, un día se fue tu pequeña, si le diste toda tu juventud, un buen colegio de pago, el mejor de los bocados, y tu amor, amor sobre las rodillas, caballito trotador. Qué va a ser de ti lejos de casa, nena, qué va a ser de ti”.
2. "Bien vivido"
“Decidí retirarme de los escenarios porque el encierro al que nos llevó esta pandemia, que aún dura, provocó la imposibilidad de continuar el oficio de cantar en público. Y, también, por la necesidad de recuperar la vida familiar, cumplir con cuestiones íntimas y necesarias. Siguiendo las normas del Eclesiastés: ‘hay un tiempo para cada cosa’. Ah, y yo no decidí dejarlo. Han sido los hechos que fueron ocurriendo después de aquella caída de Joaquín Sabina (12 de febrero de 2020) lo que nos obligó a abandonar una gira. Luego vino la covid… Las dificultades fueron distanciándome”, le confesó Serrat al periodista Juan Cruz, de El País, de España.
A él también le dice que contó con suerte de nacer “en la mejor casa en la que podía haber nacido. Me crié con cariño y con buenos maestros.
Dediqué tiempo a lo que me gustaba hacer, a lo que quería hacer y a lo que creía que debía haber. Vivo, hasta la fecha, una época gloriosa, en la que lo peor pasó en mi infancia y en la adolescencia. Y la infancia hace buena cualquier cosa. Mis hijos no han ido a la guerra y yo pude ver morir a mis padres. He tenido un oficio que me ha permitido conocer el mundo y a gente magnífica y me ha hecho una persona querida por mucha gente. Dijéramos que hasta la fecha me he sentido un hombre bien querido y bien vivido. El amor me ha tratado muy bien, mis hijos están sanos y tengo cinco nietos que me aman y yo los amo. Ah, y Yuta (Tiffón, su esposa)”.
De su gira, el amigo de Joaquín Sabina, Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos, dio pocos detalles, pero advierte que si algo le ha dado la música son viajes y amigos en muchos lugares, por eso dice que quiere, sobre todo, despedirse de los lugares comunes, los amigos que quedan (varios se fueron), las comidas, las bebidas, los paisajes y los recuerdos.
Y Latinoamérica no podía ser la excepción: “quiero hacer un espectáculo durante el cual no se le caiga a la gente la sonrisa de los labios”… “Habrá 20, 30 canciones, y no sé cuáles van a ser. Iré acompañado de mi equipo de siempre, técnicos, músicos, iluminadores, los mismos de siempre...¡Hasta yo voy a ser el mismo! ¿Colegas? No lo sé. Se podrían hacer muchas cosas. Ya veremos”, le admitió a Cruz.
Iniciará en el Beacon Theatre de Nueva York, donde ha estado otras ves, luego en Suramérica, y en verano, en España. Pero, insiste que sus planes de no volver a los escenarios son irrevocables. “Mi propósito no es solo despedirme de todos aquellos que me han tratado bien a lo largo de los años, sino hacerlo en los sitios donde están. Me despediré, y ya no volveré a tocar. Volveré a los sitios, saludaré, comeré, pero ya no volveré a los escenarios. Tocaré y compondré en casa, es posible que grabe un disco. Pero no volveré a los escenarios. Hay que hacerlo en algún momento. En el confinamiento me fijé en los árboles, en los pájaros. Y sobre todo leí mucho. Lo estaba dejando. Y me despediré no a la francesa, sino como corresponde”, le dijo al periodista en su casa en la parte alta de Barcelona, el hombre que se opuso al régimen de Franco, que acompañó con decisión y esperanza la democracia española y se comprometió con las luchas de los pueblos americanos contra las dictaduras, quien tendrá 79 abriles cuando deje de actuar en público.
Entre sus recuerdos más crudos está el choque que se produjo cuando el régimen le prohibió cantar en catalán el ‘La, la, la’, compuesto por el Dúo Dinámico, “no fue una anécdota, fue algo muy duro”, dice refiriéndose a cuando le prohibieron cantar en represalia por negarse a hacerlo en castellano ante las cámaras de Eurovisión. Aquello quedó como un duro renglón de la historia de sus choques con el poder franquista, que alcanzó la categoría de enfrentamiento político cuando se exilió en México por unos meses, hasta que, muerto el general Franco, España se abrió a la Transición que dio el sí a la democracia.
3. No se lo digas...
En 2004, ‘Mediterráneo’ fue elegida como la mejor canción de la historia de la música popular en España por votación del público.
Contaba Joan Manuel Serrat a este diario, en 2011, que dicha canción no la compuso en un monasterio como muchos pensaban, “en el Monasterio de Monserrat nos escondíamos de la guardia civil. El ambiente no era propicio para escribir canciones, más bien para otras cuestiones. Esta canción la compuse exactamente en el pueblo Calella de Palafrugell. Le juro que cuando la escribí no tenía la menor idea de que iba a ser tan exitosa”.
En esa visita a Cali, en la que presentó su álbum Hijo de la Luz y de la Sombra, con poemas del poeta español Miguel Hernández musicalizados por Serrat, el 8 y 9 de marzo en 2021, previo a su concierto en el Teatro Jorge Isaacs, habló con este diario del cáncer en la vejiga que superó, del que solía decir que “le vio la cola al lobo”: “Me siento como un roble, estoy en unas condiciones fantásticas. Y bueno, en la vida todos pasamos cosas, y lo importante no es lo que ocurre sino cómo lo enfrentas”.
El mismo que canta “la mujer que yo quiero me ató a su yunta, pero, por favor, no se lo digas nunca”, poco habló con El País, esa vez, de Candela Tiffón, madre de sus hijos María y Candela (su hijo mayor, Queco, fue fruto de un romance con la modelo Mercedes Doménec). “Mi relación con mi esposa (Candela) funciona tan bien porque nunca hablamos de lo nuestro en los medios de comunicación”, dijo.
Pese a que Serrat pareciera serio y hasta irónico, su amigo, el columnista Daniel Samper, lo describió a este diario “como una nuez, por fuera puede parecer un poquito dura, pero por dentro es blanda y dulce. Es un tipo que no se deja manosear, pero es adorable, gracioso con gran sentido del humor”.