En un mundo cada vez más interconectado y tecnológicamente avanzado, el concepto de transformación digital se ha convertido en un pilar central para la evolución de diversas disciplinas, incluyendo el ámbito del derecho. Según un estudio de la Escuela de Negocios del Instituto Tecnológico de Massachusetts y Capgemini Consulting, la transformación digital es “el uso de tecnologías de la información para cambiar radicalmente el concepto original de una organización o para ampliar el alcance del mismo”.
Y es que temas como la inteligencia artificial (IA), los deepfake y otras tecnologías emergentes están redefiniendo la forma en que se practica y enseña el Derecho en Colombia y en el mundo entero.
La digitalización en el Derecho es más que una mera actualización tecnológica y representa un cambio fundamental en la práctica legal y en esta época cobra relevancia porque la IA, con su capacidad para simular funciones cognitivas humanas, ofrece beneficios como la automatización de procesos, reducción de costos y generación de nuevos conocimientos. Sin embargo, también plantea desafíos en cuanto a ética, responsabilidad, privacidad, y equidad.
Educación jurídica en la era digital
En el mundo jurídico, a menudo se percibe el Derecho como una disciplina inmutable, arraigada en tradiciones que se han transmitido de generación en generación; pero esta visión está siendo desafiada por el avance de las nuevas tecnologías.
La creciente incursión de herramientas como Chat GPT y la inteligencia artificial, el uso de datos personales para publicidad personalizada en plataformas como Google e Instagram, y fenómenos como los deepfakes, que pueden alterar rostros y voces —como se ha visto con celebridades como Bad Bunny—, están redefiniendo el terreno en el que opera el Derecho.
El mundo del Derecho se encuentra en un punto de inflexión, enfrentando la tarea de adaptarse a la velocidad de la innovación tecnológica. La legislación, tradicionalmente, avanza a un ritmo más lento que los desarrollos tecnológicos.
Este desfase crea un vacío legal que desafía las normas existentes y exige una rápida respuesta normativa.
Esta ola de cambios digitales no solo afecta la práctica del Derecho, sino que implica también un replanteamiento en la formación académica de los futuros abogados. La educación jurídica debe evolucionar para incorporar una comprensión profunda de estas tecnologías y su impacto en el Derecho. Es esencial que los estudiantes se gradúen con una sólida competencia en transformación digital, equipados con el conocimiento necesario para navegar y abordar eficazmente los desafíos legales que surgen en un mundo cada vez más digitalizado.
“La transformación digital en el Derecho es como las dos caras de una moneda: por un lado se busca que los estudiantes aprendan a utilizar las nuevas tecnologías para su ejercicio profesional. Es decir que usen Chat GPT para mejorar la redacción, que utilicen, por ejemplo, herramientas de gestión de tareas dentro de las firmas de abogados que son también por internet. La otra cara de la moneda es que los estudiantes y graduados de Derecho son, de alguna manera, los guardianes de la legalidad y buen uso de las nuevas tecnologías y deben estar preparados para todas las discusiones que se van a dar frente, por ejemplo, a quién le pertenece la voz frente creada por una IA a partir de algoritmos. Entonces las dos caras de la moneda son: una, cómo puedo usar la tecnología para mejorar y acelerar mi ejercicio profesional; y la segunda cara es, cómo siendo abogado, puedo ayudar a la sociedad a regular lo que se viene con el tema de nuevas tecnologías que, mal o bien, van a afectar, y de hecho ya lo están haciendo, los derechos de terceros”, explica Juan Fernando Arenas, Director del programa de Derecho de la Universidad Icesi.
Como lo señala el docente,los estudiantes de Derecho de hoy están entrando en un campo donde no solo serán testigos sino también protagonistas en la formación de estas nuevas regulaciones. Los futuros abogados se enfrentarán a la tarea de asesorar a los gobiernos y organizaciones en cómo regular estas tecnologías, equilibrando la innovación con la protección de los derechos fundamentales.
“En el mundo académico este tema toma tintes muy interesantes porque el Derecho va más lento que el contexto; es decir, las normas se crean después de que pasa algo en la realidad, entonces hoy se está dando la discusión legal de qué es lo que se debería hacer ahí en cuanto a regulación y eso se da en los países. En este momento, por ejemplo, la Unión Europea ya tiene un borrador de regulación de Inteligencia Artificial. Entonces lo interesante de eso es que los estudiantes de Derecho van a ser parte de esa discusión, porque será a ellos a quienes en el futuro van a buscar los gobiernos para ver cómo se va a regular este tema”, agrega el profesor Arenas y añade que esto implica una visión comparada del Derecho, ya que aunque los avances ocurren en otos países, las problemáticas son globales.
En la Universidad Icesi la incorporación de la transformación digital está dentro de su programa de Derecho, abordando esta temática como un elemento transversal en toda la carrera. Este enfoque va más allá de limitar la transformación digital a una única materia; en cambio, la integra en varios aspectos del currículo.
Por ejemplo, en el curso de Derecho Civil I los estudiantes exploran el concepto del “ciudadano digital”; en Contratación Contemporánea se abordan los contratos inteligentes, mientras que en Derecho Comercial, se estudia el blockchain. En Derecho Constitucional se examina la justicia digital y en Derecho Laboral se discuten en clase los sesgos de la Inteligencia Artificial en la selección de personal, un tema especialmente relevante dada la tendencia de estos sistemas a favorecer ciertos perfiles en procesos de contratación, como la selección de hombres para cargos gerenciales.
Esta integración asegura que los graduados de la Universidad Icesi no solo posean un conocimiento jurídico tradicional, sino también una sólida competencia en transformación digital, preparándolos para enfrentar los desafíos legales en un mundo cada vez más tecnológico.
El cuerpo de profesores también se mantiene a la vanguardia, con capacitaciones permanentes y alianzas externas que garantizan que están al día con los avances y desafíos que plantean las nuevas tecnologías. “Hace poco todos los profesores de Icesi tuvimos una serie de sesiones en IA. Además, en la Facultad de Ciencias Humanas tenemos una colaboración entre el programa de Derecho y LegalTech con la intención de fortalecer la relación con el sector real, permitiendo así que nuestros estudiantes ganen experiencia práctica en la transformación digital, más allá del entorno tradicional de las aulas”, concluye el profesor Arenas.