La Policía Nacional, con el apoyo de la Armada, neutralizó este viernes a John Jarley Benítez Mejía, alias Cusumbo, cabecilla del Grupo Armado Organizado en el Pacífico y declarado objetivo de alto valor por la Presidencia de la República.
Los hechos se presentaron en el corregimiento de Alto Guandipa, zona rural del municipio de Mosquera, Nariño, cuando el sujeto, quien tenía una orden de captura vigente por el delito de concierto para delinquir, se desplazaba en una lancha por el río Guandipa, junto con varios hombres armados.
Allí se produjo un enfrentamiento que terminó con la muerte de ‘Cusumbo’ y ‘Papá Oso’, quien estaba al frente de los laboratorios de narcotráfico controlados por esa estructura criminal. Otros miembros del esquema de seguridad saltaron al agua y escaparon.
Informes de inteligencia lo vinculan con la participación activa en paros armados en el suroccidente del país, en contra de la erradicación manual de cultivos ilícitos.
Se le atribuye, igualmente, el secuestro, por cerca de 36 horas, de once uniformados de la Dirección Antinarcóticos el pasado mes de abril en zona rural de Tumaco.
“En la actualidad, John Jarley Benítez Mejía estaba al mando de unos 80 hombres y delinquía especialmente en las poblaciones de Tumaco, Mosquera y Amarales (Nariño). También tenía fuertes nexos con narcotraficantes mexicanos”, sostuvo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
El sujeto, de 36 años, era responsable de la salida de grandes cantidades de droga hacia Centroamérica y Norteamérica por el Océano Pacifico y sostenía enfrentamientos con agrupaciones delictivas por el control del ilícito.
El presidente de la República, Juan Manuel Santos, felicitó a las Fuerzas Armadas a través de su cuenta de Twitter, asegurando que alias ‘Cusumbo’, compañero de alias ‘Guacho’ y ‘David’, era un objetivo de alto valor.
En el 2008 y en el 2013 había sido capturado por concierto para delinquir agravado, homicidio, narcotráfico y extorsión. Posteriormente, en el 2016, regresó al Urabá antioqueño y se convirtió en jefe de seguridad de ‘Ramiro Bigotes’, quien en marzo de ese año fue abatido en Antioquia por la Policía Nacional, en el marco de la ‘Operación Agamenón’. Ante esto, decidió trasladarse a Nariño para quedar al frente de la estructura delictiva en el pacífico.