Ante un juez penal de Popayán fue presentado Jefferson Bacilo Taquinás Jaramillo, alias Jefferson, presunto cabecilla financiero de la estructura Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc y quien sería responsable del delito de terrorismo por, al menos, tres ataques contra la Policía Nacional en el norte del Cauca.
De acuerdo con las autoridades, el primer hecho ocurrió el 4 de junio de 2021, cuando integrantes del frente Dagoberto Ramos atentaron contra una patrulla de la policía en el barrio Lourdes de Santander de Quilichao.
Producto de ese ataque, dos uniformados y un civil, y cinco personas más resultaron heridas.
El segundo hecho por el que responsabilizan a ‘Jefferson’ sucedió el 23 de enero de 2022 en Santander de Quilichao, municipio del Cauca, donde una patrulla de la Policía fue hostigada, dejando dos uniformados heridos. Incluso, sus armas de dotación les fueron hurtadas.
Sobre el tercer y ultimo hecho conocido, las autoridades informaron que se realizó por medio de una motocicleta bomba, la cual iba dirigida a una estación de Policía de Caloto.
Esta situación se presentó el 14 de febrero de 2022 y, por la misma, tres habitantes resultaron heridos. Además, se registraron cuantiosos daños en viviendas vecinas.
La captura de ‘Jefferson’ se llevó a cabo en un centro de diversión del municipio de Caloto, en ese lugar, agentes de la Sijin de la Policía, con apoyo de unidades de Grupo de Operaciones Especiales (Goes) ubicaron al presunto terrorista para capturarlo.
A pesar de contar con varias evidencias en su contra, el procesado no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía General de la Nación.
Así las cosas, el juez penal dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario en su contra.
Enfrentamientos en El Plateado
Campesinos del corregimiento de El Plateado, en la zona rural de Argelia, Cauca, están en medio de los intensos combates que ahora se registran entre disidentes de las Farc e integrantes de la Segunda Marquetalia.
De acuerdo con el reporte de los habitantes, los alzados en armas se enfrentan en pleno casco urbano de este poblado, escenario de la guerra entre estos grupos armados al margen de la ley desde hace aproximadamente tres años.
A raíz de esto, y por seguridad, varios locales comerciales cerraron y muchos padres de familia optaron por regresarse con su hijo a sus viviendas, para evitar quedar en medio de las balaceras. También unidades militares entraron a la confrontación, accionando la artillería para destruir los drones.