Algunos analistas cifran su número de combatientes entre 150 y 200, pero otros aseguran que puede llegar a 300.
Los expertos cifran hasta en 300 el número de combatientes que podría tener el Frente 34 de las Farc, al que se le atribuye el secuestro del general Rubén Darío Alzate y otros dos acompañantes el domingo pasado en la zona rural de Chocó.Ariel Ávila, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, explica que esa fracción del Bloque Iván Ríos, antes llamado José María Córdoba o Bloque Noroccidental, nació a principios de los años 90, producto de un desdoblamiento del Frente Madre, que era el 5.Este Bloque (el Iván Ríos) es uno de los frentes más antiguos de las Farc y de los más fuertes, casi lo destruyó el paramilitarismo en el Urabá, pero de un momento a otro resucitó como el Ave Fénix y lo que se dice es que realmente nunca estuvieron tan debilitados.En la actualidad, esta fracción de la guerrilla opera en todo el Urabá antioqueño, todo el Chocó, el occidente antioqueño y Risaralda.Además, tiene doce estructuras, entre ellas el Frente 34, que nació a principios de los años 90, luego de llevarse a cabo la séptima Conferencia Nacional Guerrillera y, según datos de Inteligencia militar, llegó a sumar 400 hombres y es el más beligerante del Iván Ríos.Algunos analistas cifran su número de combatientes entre 150 y 200, pero otros aseguran que puede llegar a 300, dada la expansión que durante los últimos años tuvo como producto de su incursión en el negocio del narcotráfico.Los expertos del accionar guerrillero mencionan como su líder a Luis Carlos Úsuga Restrepo, alias Isaías Trujillo, El Cucho o El Viejo, quien es además la cabeza visible del Bloque Noroccidental de las Farc y hace parte de la delegación de la guerrilla para los diálogos que se venían adelantando en Cuba. Isaías es un histórico de las Farc, ha estado desde pequeño metido en ella y forma parte del Secretariado y es el que ha revivido esa fracción de la guerrilla, después de que estuviera muy acabado por la acción de los paramilitares, explica Jhon Marulanda, consultor internacional en seguridad y defensa. Al parecer, el Frente 34 operaba más en las cercanías de Urrao, Antioquia, pero ante la presión de la Fuerza Pública se desplazó hacia el Chocó, donde han adquirido mucha fortaleza. Llegó a una zona que es corredor del narcotráfico y minero y vive mucho de la extorsión, por lo que tiene mucha plata, sostiene Ávila.Con él coincide Marulanda, quien asegura que el Frente 34 se sostiene porque por el Pacífico se desplaza el 60% de la producción de coca de Colombia y porque se encuentra muy cerca a Panamá.Sin embargo, asegura que durante el último año el Ejército les ha provocado varias bajas en combates, a pesar de las dificultades geográficas de esa zona del país.Ahora bien, el investigador de la Fundación Paz y Reconciliación recuerda que esta fracción de la guerrilla realizó muchos operativos durante la época de los paramilitares, matando 70 ó 80 de ellos en una sola acción, por lo que el secuestro del general Rubén Darío Alzate sería el acto más emblemático de su accionar, pero no necesariamente el más fuerte. El experto agrega que el 34 ha sido uno de los frentes menos golpeados por el Ejército.Mientras que en el resto del país la Fuerza Pública ha asestado muchos golpes, en el Chocó no han podido porque es una zona muy selvática y una zona que las Farc han trabajado mucho políticamente, indica.Ambos especialistas coincidieron en afirmar que sería muy difícil realizar una operación de rescate exitosa de las tres personas secuestradas el pasado domingo y que lo mejor sería empezar a negociar su liberación a través de una comisión liderada por la Cruz Roja Internacional.