Este miércoles, 22 de noviembre, la Policía Metropolitana de Cali informó sobre la captura de ‘Los Chamos’, una organización criminal conformada por ciudadanos extranjeros, quienes, al parecer, estaban relacionados con robos a usuarios del sistema financiero en Cali, Armenia, Medellín, Pereira, Santa Marta y Valledupar.
Así entonces, las autoridades confirmaron que alias ‘Jhony Bravo’ era el encargado de marcar a las víctimas en bancos o corresponsables bancarios, donde se hacía pasar como usuario o fingía esperar a alguien para ganar tiempo y poder identificar a personas con grandes sumas de dinero y quienes no solicitaban acompañamiento de la Policía Nacional.
“Una vez tenían a la víctima, la seguían a bordo de un vehículo particular y dos motocicletas. Las investigaciones policiales permitieron establecer que estas personas cambiaban de ciudad periódicamente para evitar ser detectados; solo permanecían máximo tres semanas en un lugar”, precisó la Policía en un comunicado oficial.
Una vez capturados, ‘Los Chamos’ fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación por concierto para delinquir, tentativa de homicidio y hurto calificado y agravado.
Desarticulación de otra banda en el barrio Petecuy, Cali
Con fin de continuar luchando en contra de la inseguridad, la Policía en Cali también informó sobre la desarticulación de ‘Los del Hueco’, un grupo delicuencial común organizada dedicado a la comisión de múltiples conductas delictivas, entre las que se destacan homicidios, hurtos, extorsiones y desplazamientos forzados.
Lo más aterrador de este grupo, liderado por una mujer de 47 años conocida en el mundo delincuencial como ‘Liliana’ o ‘Piedad’, es que a los residentes del mismo barrio donde ellos operaban, es decir, Petecuy, les exigían dinero para que pudieran habitar en esta parte de la ciudad. Quienes se negaban a estas pretensiones eran sometidos a intimidaciones con armas de fuego.
Se presume que las cifras oscilaban entre los 200 mil pesos quincenales y un millón de pesos mensuales, principalmente a propietarios de establecimientos de comercio.
‘Liliana’ o ‘Piedad’, la líder de la banda, era la encargada de planear las extorsiones, elegir a las víctimas y ordenar tanto la comisión de homicidios como de hurtos. En la banda también están involucrados cuatro miembros de una misma familia, quienes se habían convertido en sinónimo de violencia para los habitantes.