En la tarde de este jueves tres hombres armados ingresaron a la vivienda de la madre del concejal Fernando Tamayo y, tras intimidarla con un arma de fuego, abofetearla y pegarle una patada, se llevaron relojes, cerámicas y un teléfono celular.

El hecho, que tiene conmocionado e indignado al cabildante, ocurrió en el corregimiento La Buitrera, en el sur de Cali, y es el cuarto incidente de este tipo en el que se ve involucrado el concejal o alguien de su familia luego de ser víctima de robo en dos ocasiones y tras ayudar a frustrar un hurto el pasado sábado.

En conversación con El País, Tamayo manifestó que considera que el hecho de que esto le haya pasado a su familia hace que se evidencie más la problemática en materia de seguridad en Cali.

"Esta ciudad se salió de las manos; la gente no denuncia porque siente que no pasará nada", opinó el concejal.

A su concepto, una de las principales fallas es la falta de pie de fuerza en la capital vallecaucana. "La policía hace un esfuerzo mayúsculo, pero no tenemos suficiente policía y no sabemos para qué sirven las cámaras. Cali es una ciudad demasiado violenta y no hay demasiados policías", sentenció.

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Para Fernando Tamayo es paradójico que él, quien se ha enfocado en tratar la problemática de la inseguridad en Cali desde el Concejo, haya sido víctima de los delincuentes en varias oportunidades. No obstante, resalta que hay un agotamiento generalizado en la ciudad ante las múltiples denuncias de robos en diferentes sectores.

"Entendamos que esto está fuera de control", lamentó. "Esta ciudad debe ser militarizada. Necesitamos cuadrantes móviles, optimizar los recursos, saber para qué sirven las cámaras [de vigilancia], implementar los policías de civil y aumentar la participación ciudadana", comentó.