Como Fredy Guachetá Montenegro fue identificado el joven de 20 años de edad asesinado por integrantes de una organización armada al margen de la ley cuando se movilizaba por la zona rural del municipio de Cajibío, en el centro del departamento del Cauca.
El caso trascendió gracias a las denuncias de varios líderes sociales del sector de El Rosario, donde sucedieron los hechos, el cual tiene aterrorizada a la comunidad, porque la víctima quedó en medio de un retén ilegal ejecutado por varios sujetos armados.
Aunque todavía no hay claridad en el grupo armado que ejecutó la acción, las denuncias de los pobladores llevan a que podría ser obra de la estructura Jaime Martínez, de las disidencias de las Farc, al parecer, porque había prestado el servicio militar.
Líderes sociales de la región señalaron que en la tarde del viernes 18 de febrero el joven pretendía llegar a su lugar de residencia en su motocicleta, cuando quedó en medio de un retén ejecutado por varios sujetos armados en el sector del corregimiento de Dinde.
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“La versión que entregaron los testigos es que le revisaron el celular tras obligarlo a detenerse, y como aún guardaba fotos portando el camuflado, porque había prestado servicio militar, procedieron a llevárselo”, denunciaron.
Al día siguiente, los campesinos de la vereda La Esperanza, del corregimiento de El Rosario, alertaron sobre el hallazgo de un cadáver sobre la vía. Luego, y gracias a la información aportada por los seres queridos, corroboraron que se trataba de Fredy Guachetá Montenegro.
“La información que entregaron los pobladores apunta a que los responsables de este homicidio son los disidentes de la Jaime Martínez, quienes ahora ejercen control militar en sectores como Dinde, La Pedregosa, El Rosario, Casas Bajas, El Carmelo”, señaló una fuente.
Este crimen, entonces, demostraría como organizaciones armadas ilegales ejercen controles en las zonas rurales de la gran mayoría de los municipios del Cauca, especialmente las disidencias de las Farc; esto como muestra de su poderío militar, configurándose así el escenario del nuevo conflicto armado que vive en el departamento.
Estas últimas se enfrentan ahora a la Segunda Marquetalia y el ELN en una nueva confrontación que, por ejemplo, se vive con mayor intensidad en el corregimiento de Puerto Rico, zona rural de Argelia, donde los combates completan ya quince días, generando el desplazamiento masivo.
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Grupos armados ilegales controlan las zonas rurales
Ahora bien, el caso de Fredy Guachetá Montenegro no es el único. En 2022 se registraron varios hechos donde integrantes de la fuerza pública, o exintegrantes, perdieron la vida tras quedar en poder de las disidencias de las Farc al momento de movilizarse por las zonas rurales del departamento, como sucedido con Alexis Jhoan Díaz Orozco.
Este joven de 25 años de edad fue torturado y asesinado por integrantes de un grupo armado al margen de la ley, al parecer, miembros de la disidencia Dagoberto Ramos de las Farc.
El caso trascendió luego que los pobladores del corregimiento El Palo, Caloto, alertaron en la mañana del domingo 27 de agosto de 2022 de la existencia de un cadáver sobre un costado de la vía que va de este poblado hacia el municipio vecino de Toribío.
Como la víctima no era de la zona, un grupo de ciudadanos adelantó después el traslado del cadáver hacia la sede de Medicina Legal en Santander de Quilichao, dónde después se conocieron más detalles del hecho.
"El muchacho estuvo un tiempo en el Ejército, pero luego se desvinculó. Vivía con su mamá en el barrio Junín de Popayán, quien era su apoyo económico, porque era hijo único", indicaron investigadores que atendieron el caso.
En medio de esta situación, y al parecer desesperado por no conseguir trabajo, Alexis Jhoan Díaz Orozco salió de su casa en la mañana del viernes 26 de agosto de 2022 y se montó en una motocicleta, sin decirle nada a sus familiares.
Por eso, sus seres queridos empezaron su búsqueda en la ciudad, de ahí que publicaran su fotografía en las redes sociales, con la esperanza de ubicarlo con vida. Pero no fue así.
Después se conoció que el joven fue retenido y posiblemente acusado de ser informante, todo porque portaba aún consigo las placas militares de identificación. Después unos sujetos se contactaron con la mamá, para exigirle 100 millones de pesos por su liberación, pero esto último nunca se dio. Alexis Jhoan Díaz Orozco fue ultimado con arma de fuego tras ser torturado.
Así las cosas, y con lo sucedido con estos dos jóvenes caucanos, también queda en evidencia la necesidad de que el Gobierno Nacional comience cuanto antes los diálogos de paz con estos grupos armados al margen de la ley, para que la tranquilidad sea una realidad en los territorios y salvaguardar la vida de la población civil.