Muchas expertas de género coinciden en que toda violencia contra la mujer empieza en el hogar y, en algunos casos, se agrava al punto de que allí mismo tienen lugar fuertes agresiones. En 2019 se denunciaron un total de 7380 casos de violencia doméstica contra la mujer en el Valle del Cauca, 1279 hechos más que el año anterior.
Se trata de la única cifra que no presentó reducción respecto a los otros tipo de episodios violentos ocurridos en la región, según el Observatorio de Género del Valle, OGEN.
¿Pero cuáles son esos en los que hubo disminución de casos? Para empezar, el de feminicidios, con un total de 28 casos respecto a los 34 registrados en el 2018, lo que implica un descenso del 18 %. También se encuentran los homicidios, que pasaron de 128 a 112 el año pasado. U otros episodios preocupantes, como los delitos sexuales, que en 2018 fueron un total de 2331, pero que en 2019 se redujeron a 2201, así como las lesiones personales contra la mujer, que pasaron de 6924 a 5364 el año pasado.
“En lo corrido de este año hemos trabajado muy fuerte en enseñarle a las mujeres de la región a que no solo denuncien cuando son víctimas de maltrato, sino que no retiren la denuncia una vez la han interpuesto, dado que eso provoca fallos en la Ruta de Atención”, explicó Yurany Moreno, secretaria de Equidad y Género del Valle.
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La funcionaria reconoció, sin embargo, que todavía hay fallas desde las instituciones que reciben los reportes, como la Fiscalía, las comisarías de familia o los centros de salud. Es por eso que desde el despacho de la Gobernación se están adelantando una serie de reuniones para que la recepción de las denuncias sea más efectivo y así se activen las ayudas cuando el caso lo requiere.
Por otro lado, Moreno agregó que “en lo corrido del año se han presentado 26 hechos violentos contra mujeres, de los cuales cuatro han sido tipificados como feminicidios. Esto implica una reducción del 50 % respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se llevaba el registro de ocho casos”.
A su vez, para la pilotóloga Lina Buchely, directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad Icesi, OEM, los ámbitos privados y domésticos ejercen violencia no solo desde el maltrato físico, que implica una dominación del cuerpo y la dignidad de la víctima, sino que también se genera una violencia económica y patrimonial.
“Según la encuesta de percepción que realizamos en Cali, Yumbo, Jamundí y Buenaventura en 2018, el 84 % del trabajo de cuidado del hogar es realizado por las mujeres y cerca del 40 % han sufrido algún tipo de violencia por parte de sus parejas”, afirmó Buchely.
A esto se suma que en esas mismas cuatro ciudades, de acuerdo a una encuesta de la OEM presentada en noviembre pasado, la principal razón por la que la pareja se enojaba con una mujer era que saliera con sus amistades sin él, con un 17 % de prevalencia, o que tomara decisiones sin consultarle, con un 13 % de coincidencia.
“La violencia simbólica en los hogares o espacios domésticos se manifiesta en el reconocimiento del hombre como única figura central para la organización del hogar. En consecuencia, las actividades de las mujeres están relegadas o tienen poca visibilidad, pero también vemos que incluso lo masculino es un adjetivo de felicitación para una actividad notable de una mujer en la casa”, explicó la politóloga.
El año pasado, el Observatorio Observatorio de Género del Valle conoció 117 casos de violencia simbólica en Cali, además de 112 vulneraciones de tipo económico y patrimonial.
Las más vulnerables
Un total de 52 delitos sexuales a niñas se registraron en enero del 2020 en Cali, según Medicina Legal, 26 casos menos respecto al mismo periodo del 2019.
Y de acuerdo a Cali Cómo Vamos, la tasa de embarazo por violencia sexual en niñas es de 1.6.