El tradicional Día de las Velitas, que marca el inicio de la navidad, fue el comienzo de la pesadilla de la familia González, en el barrio San Judas Tadeo de Cali, pues su hija adolescente salió a comprar ‘mecato’ y jamás retornó a casa.
Su padre, el señor Genaro González, ese día llegó temprano del trabajo con la idea de compartir con Michel Dayana, su pareja y su hijastro, sin embargo, la noche tomó un giro inesperado.
“Yo coloqué $2000 en el mesón de la cocina y ella los cogió y me dijo: papá, voy a comprarme unos mecatos y vengo rápido para bañarme y salir con ustedes. De allí mi hija nunca volvió, yo la llamaba y no me contestaba. Después apagaron el celular y yo me estresé, salí a buscarla, la busqué toda la noche, pero no la encontré”, afirmó el señor González a la emisora Radio Reloj de Cali.
Al ver que su hija, que siempre le contestaba el celular, no lo hizo, don Genaro, lleno de angustia, salió a la calle a preguntarle a los vecinos si habían visto a la menor, mostrándoles fotos de ella. Ninguno de ellos recordaba haberla visto; sin embargo, varios le colaboraron mostrándole grabaciones de cámaras de seguridad del sector.
En las imágenes se vé que la menor fue hasta el supermercado, muy cerca de su casa, y salió del mismo con el mecato rumbo a su casa, pero en un momento se pierde el registro y jamás pasó por las cámaras que mostraban su vivienda, puesto que habría ingresado al taller donde fue asesinada.
El padre de la menor asegura que pasó varias veces frente al taller y le preguntó al vigilante, sospechoso del brutal ataque, que si había visto a la niña. “Al asesino de mi hija lo vi parado allí dos veces y él me dijo que no”, expresó entre llanto su padre al medio de comunicación.
A las 6:00 a.m. el señor González, quien seguía en la búsqueda y revisando cámaras con sus vecinos, supo que su hija no había seguido su camino luego de pasar por el taller, allí se había perdido el rastro.
“Dedujimos que ella estaba en esa cuadra y comenzamos a buscarla, abrieron el taller y preguntamos a un trabajador que si había cámaras y dijo que no, que no había cámaras. Luego le mostramos las fotos de la niña para ver si la reconocía y dijo que no la conocía, y con mi pareja empezamos a sospechar”, puesto que la menor no había pasado de esa cuadra.
Posteriormente, acudió a la Fiscalía a interponer el denuncio por la desaparición de la menor mientras su pareja seguía en la búsqueda. Minutos después, un hombre se acercó a la vivienda y le dijo a la dueña de la casa donde la familia González habita, que había visto algo sospechoso en el taller con uno de los trabajadores.
Al enterarse, la pareja de Genaro llamó al cuadrante de la Policía, quienes ingresaron al taller para realizar la investigación, mientras el presunto asesino se quedó afuera del mismo y escapó en una motocicleta.
En el interior del taller había restos de sangre, pero no se encontraba el cuerpo. El CTI llegó a la escena a la 1:00 p.m. y las demás autoridades continuaban la búsqueda dentro de las instalaciones.
Sobre el presunto responsable se sabe que se llama Harold Andrés Echeverri y era el vigilante del taller. El establecimiento, por medio de un comunicado, aseguró que están prestos a colaborar con la justicia.
“El señor Harold Andrés Echeverri, quien se desempeñó como vigilante de nuestra empresa y se encuentra prófugo de la justicia, se dio a la fuga en una motocicleta de marca discover”, precisa la misiva del taller de carros, donde fue hallada desmembrada la menor.
De igual forma, Car Center ofreció la suma de hasta 100 millones de pesos como recompensa a quien entregue información que permita capturar y judicializar al presunto asesino de la menor.
Esta recompensa se suma a la anunciada por las autoridades locales, que también es de 100 millones de pesos.
Por último, en el comunicado, el taller de carros aseguró que están “prestos a brindar toda la colaboración con las entidades judiciales ante este hecho aberrante y doloroso que no solo enluta a la familia, sino que acabó con el trabajo y sostenimiento de nueve familias más”.