El reciente ataque sicarial contra el personero de Tuluá, Óscar Alejandro García, puso en evidencia, una vez más, la preocupante situación de seguridad que enfrentan los funcionarios públicos en ese municipio vallecaucano.
En lo que va del 2024, han sido asesinados concejales, líderes sociales y políticos, y comerciantes del municipio. Otros cabildantes e incluso el alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez, también han sido blanco de amenazas.
La primera víctima de la ola de violencia fue el concejal Eliecid Ávila, quien falleció el 2 de enero, dos días después de que sicarios atentaran contra su vida en plena celebración de año nuevo. El crimen, perpetrado por ‘La Inmaculada’, ocurrió a un día de que Ávila tomara posesión como cabildante de la ciudad.
Durante el mes de enero, ‘La Inmaculada’ amenazó a funcionarios de la Personería Municipal y de la Alcaldía de Tuluá, incluido el mandatario local. En su momento, la fuerte tensión en el municipio por cuenta de las múltiples acciones violentas del grupo delincuencial obligó a las autoridades a militarizar la ciudad.
Posteriormente, un ataque ejecutado por parte del grupo delincuencial ‘La Inmaculada’, y cuyos cabecillas delinquen desde las cárceles, dejó como saldo un guardia de tránsito asesinado, otro herido y varios vehículos incinerados. OJO
A finales de ese mismo mes, fue asesinado el líder social Fabián Castaño Serna, quien transportaba a un grupo de estudiantes en un carro, cuando fue interceptado por hombres armados que le dispararon indiscriminadamente.
Por otro lado, el 4 de febrero desapareció Marcela Russi, excandidata al Concejo de Tuluá y, quien un día después fue hallada desorientada y bajo efectos de la escopolamina.
El 19 de abril, la ola de violencia en el municipio cobró la vida del vicepresidente del Concejo de Tuluá, Carlos Arturo Londoño, quien fue víctima de un ataque sicarial atribuido a ‘La Inmaculada’, cuando salía de un evento de los primeros 100 días de gobierno local.
Al igual que Eliecid Ávila, asesinado meses antes, Londoño había sido víctima de múltiples amenazas antes del atentado sicarial que acabó con su vida. Junto al cabildante del municipio, fue asesinada también Clarivet Ocampo Fernández, quien se desempeñaba como coordinadora de la Oficina Municipal de Discapacidad.
Posteriormente, el 9 de junio, fue asesinado José Elver Giraldo, quien era miembro de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca y del partido Comunes. En su momento, se conoció que el líder social y político fue abordado por hombres armados en zona rural del municipio.
Otro de los casos que sacudió a esta municipalidad fue el asesinato del reconocido comerciante Javier Soto Velasco, quien fue atacado por sicarios el 24 de julio. En ese mismo atentado, resultó herida la excandidata al Concejo de Tuluá Diana María Rojas.
En lo corrido del año, varios funcionarios de la Alcaldía de Tuluá y algunos concejales han tenido que solicitar medidas de seguridad a la Unidad Nacional de Protección. Sin embargo, a pesar del insistente llamado de autoridades locales y departamentales, en algunos casos no ha habido una respuesta efectiva para garantizar su seguridad.
De hecho, en el mes mayo los cabildantes interpusieron una tutela ante el Juzgado Tercero Municipal del Circuito de Tuluá por las amenazas recibidas por parte de la banda ‘La Inmaculada’. En su momento, solo dos de los 17 concejales del municipio contaban con un esquema de seguridad de la UNP.
El atentado contra el Personero de Tuluá, en la noche de este 20 de septiembre, nuevamente abrió el debate sobre los hechos de violencia en contra de los funcionarios de ese municipio. Ante este panorama, las autoridades locales anunciaron que este sábado, 21 de septiembre, adelantarán un consejo de seguridad.