José Alfredo Pacheco, testigo de la Fiscalía en el controvertido caso ‘Cacica La Gaitana’, narró cómo se orquestó la supuesta desmovilización de esa célula guerrillera.

Armas ensambladas en la fábrica de un paramilitar, desempleados reclutados en Bogotá y reuniones entre ex guerrilleros, militares y ex funcionarios del Gobierno en la dirección de la cárcel La Picota, son las revelaciones que hace a El País José Alfredo Pacheco Ramos, uno de los dos testigos claves de la Fiscalía para resolver los interrogantes sobre la desmovilización de la compañía ‘Cacica La Gaitana’ de las Farc. Para Pacheco el grupo guerrillero que se entregó en marzo del 2006 en Alvarado, Tolima, no existió y fue una invención del ex militante de las Farc, Raúl Agudelo Medina, alias Olivo Saldaña, y que pudo presentar al país con la ayuda de altos funcionarios como el ex comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo y el ex comandante del Ejército, general (r) Mario Montoya. ¿Por qué afirma que la compañía ‘Cacica La Gaitana’ no existió?Nunca hubo una orden de los máximos jefes de las Farc que autorizaran la conformación de una compañía o una columna como esa. Sólo existía el Frente 21 de la Farc, que se llamaba Cacica Gaitana. Lo sé porque hice parte de los comandantes del Frente 25.Cuando ‘Olivo Saldaña’ empezó a crear ese grupo nombró a mi persona, a Luis Guillermo Reyes Avendaño, Miguel Abadía Méndez, y al narco que fue extraditado, Hugo Alberto Rojas Yepes. Nos dijo que nosotros teníamos que decir ante la Fiscalía que la compañía ‘Cacica La Gaitana’ se conformó en el año 2000 en Planadas, Tolima.Lo que pasó es que a mediados de ese año nos llevaron a diez comandantes del Frente 25 a San Vicente del Caguán, y fuimos recibidos por ‘Alfonso Cano’, allá hicimos un curso de las Farc. Ya lo que dice Olivo es que para ese entonces, yo salí hasta Planadas, a la hacienda la Franja y así se conformó la compañía. Él nos lo dijo para acomodar una cosa con la otra.¿Cómo se creó ese grupo?Yo había escuchado nombrar a Olivo pero no lo conocía. Lo vi por primera vez en el 2004 en la cárcel La Dorada. En el 2005 yo trabajaba en el pabellón Paz A de La Picota como ranchero (distribuidor de alimentos) y como Olivo me comentó de esa situación, fui trasladado al Paz B. Mientras se planeaba lo de la desmovilización con otras personas, Olivo coordinaba con el Estado y con el Ejército. ¿De qué forma consiguieron a los presuntos integrantes de la compañía?Algunos de los mandos medios eran desertores de la guerrilla. Eran gente que se había volado porque había cometido delitos dentro de esa organización y los iban a fusilar, entonces ellos estaban por ahí volando. Como Olivo los conocía, les dijo venga, ayúdenme por acá, a cuadrar esto y ustedes se legalizan y se quedan ganando el sueldito y sin problema.¿Por qué llama Olivo a sus hermanos?Mi hermano y mis hermanas trabajaban conmigo en el Frente 25. Hacíamos parte de las milicias bolivarianas. Ellos hacían labores de inteligencia, averiguando dónde estaba el Ejército.Cuando Olivo me propone esta situación me dice que no hay problema que está todo listo. Entonces yo le digo que meto a mis hermanos para que se desmovilicen acá (en la compañía ‘Cacica La Gaitana’). Él me dice: hermano dígale a ellos que me colaboren y que nos ayuden a conseguir una gente. Yo le digo a mi hermana que me ayude, ella habla con Olivo y le da varias instrucciones en La Picota. Olivo le promete $3 millones para conseguir esa gente.¿Cuáles eran las indicaciones?Ella lo hace sin saber que él era un problema. Lo que le dice en presencia mía es que buscara gente que en realidad estuviera dispuesta, que se iban a ganar un sueldo, gente que no tuviera problemas con la justicia y sin ninguna entrada económica.Esa gente había que entregarla a una muchacha que le dicen Rocío Hernández, los llevaban al Terminal y de ahí entre 17 y 18 personas iban hasta Ibagué.¿Por qué se desmovilizaron en Alvarado, Tolima?El Ejército le dice a Olivo inicialmente que había que entregarlos en Planadas, porque había menos sospechas, que eso se facilitaría para mostrar un resultado más grande al país con relación a la seguridad democrática. Entonces en cabeza del general Tocarruncho (ex comandante de la Sexta Brigada del Ejército) y Montoya (ex comandante del Ejército), le preguntan que dónde sugiere él. Luego él dice que en la vereda La Tebaida (Alvarado), por seguridad. Ahí desde principios de 2006 llevan gente de Ibagué, Pereira y Bogotá. Ahí los concentran y entrenan.¿Cómo fueron los entrenamientos? Echeverry y ‘Caliche’, los desertores que hacían parte de la dirección de la compañía, eran los encargados porque se sabían la instruccción militar de la guerrilla. Por eso pudieron instruir a esa gente desempleada. Dura un mes y se empieza a coordinar desde finales del 2005 hasta principios del 2006.¿Qué se buscaba con vincular a funcionarios del Gobierno?Como esta gente no tenía ningún proceso por rebelión ni un delito contra el Estado ni con la Justicia, entonces el mismo Ejército los monta dentro del orden de batalla que tenía la Sexta Brigada y la Rime (Regional de Inteligencia Militar) en Ibagué. Eso a través de los generales Suárez Tocarruncho y Montoya.El mismo general Montoya dice el 6 de marzo del 2006 ante los medios de comunicación, cuando se desmovilizó la compañía, que desde hacía un año venían haciendo acercamientos con esa estructura para que se desmovilizara. Cuando él sabía que desde hace cuatro meses se estaba conformando y estructurando esa compañía con gente desempleada y que no tenía ningún recurso económico.¿Cuál era el papel del narcotraficante Hugo Alberto en la desmovilización ?Un fiscal va a La Picota con su secretaria y le toman la versión a Hugo Alberto Rojas Yepes, Miguel Abadía Mendez y a Wilson Ramírez Peña. Ese fiscal le abre una investigación para montarles rebelión. A él le dieron una plata. Por ejemplo a Miguel y a Wilson les cobraban $5 millones para que les colocaran rebelión, a Hugo entre $30 millones y $50 millones.Miguel Abadía hacía parte de una banda que se dedicaba a robar en Ibagué, Hugo Alberto estaba pedido en extradición y Wilson hacía parte de otra banda, llevaba varios años encerrado.¿Por qué se vincula al ex comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo? Sin el ex comisionado no se hacía nada, por él pasaban todas las autorizaciones, todos los permisos, él era el que decía sí o no. Yo no tuve contactos con el ex comisionado porque no me dejaban, ellos cuadraban y trataban que uno no supiera, uno se enteraba porque estaba al pie de ellos. Olivo hablaba por celular con el comisionado, me decía que hablaba cada nada.¿Hubo otros funcionarios del Gobierno que conversaron con Olivo? Olivo hablaba mucho con Marcelita Molano, ella era la asesora jurídica del comisionado. También está incluido Alejandro Albarracín, él era el asesor del comisionado de paz y el enlace entre Olivo, los generales, Marcelita Molano y el comisionado. Olivo hablaba también con (el coronel) Hugo Castellanos, él era el que iba allá (a La Picota) directamente y se metían en las celdas.¿Y no había restricciones dentro de la cárcel?Ellos iban y se entrevistaban con Olivo cada nada en la oficina del director de la cárcel La Picota. Había un director que lo llamaban Tomate y para ese entonces había un coronel de inteligencia del Inpec, que como el director, estaba de acuerdo en lo que hacían.¿Cómo consiguieron las 46 armas que entregaron en la desmovilización?Álvaro Padilla, del bloque Tayrona de las AUC, le ayudó a conseguir unos fusiles hechizos a Hugo Alberto Rojas para que fueran metidos dentro de esa compañía. ¿Quiénes más colaboraron para obtener esas armas?Mi hermano también va a La Picota. Olivo le pregunta que si sabía de armas, se hablan con el señor Alejandro Albarracín y mi hermano se desplaza hacia Santa Marta, allá hay un contacto de un señor que trabajaba con Álvaro Padilla, mi hermano llega a un hotel y espera allá. Eso fue autorizado por el comisionado y Albarracín. Ese contacto lo lleva a un sitio y transportan cerca de treinta armas en un camión desde Santa Marta hasta Ibagué.Esas armas eran fusiles AK 47 y no servían para hacer disparos porque se desbarataban. Las hacían en una ensambladora de fusiles hechizos de Álvaro Padilla. De todos los fusiles entierran nueve que no servían para nada. En Ibagué y en Bogotá compran otras armas.¿Cómo consiguieron los uniformes?Los uniformes los compran a un sargento del Ejército en Ibagué, también los chalecos y la tela para hacer los equipos.¿Cómo es su relación con Olivo?Él me amenazó con matarme a mí y a mi familia. Está postulado a Justicia y Paz, es desmovilizado y ha seguido delinquiendo y mintiendo a los compañeros, a la Fiscalía y al mundo. Es una persona que quiere supuestamente la reconciliación y la paz, pero por detrás está haciendo otras cosas diferentes. Así de nada vale este proceso.Exclusivo: Cómo se planeó la supuesta desmovilización Falsos desmovilizados pedirán a Europa que financie procesos de reintegración Video exclusivo: Falsos guerrilleros explican razones para desmovilizarse Cómo es el campamento de La Cacica La Gaitana