Este 23 de diciembre, Fabio Ochoa, exmiembro del temido cartel de Medellín, llegó al aeropuerto El Dorado de Bogotá deportado desde Estados Unidos. Tras pasar por un extenso control migratorio, Migración Colombia confirmó que quedó en libertad al no tener ningún requerimiento judicial.
Ochoa llegó en horas de la tarde y fue recibido por oficiales de Migración Colombia en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, quienes lo acompañaron durante el proceso de verificación de antecedentes judiciales en el país. Tras completar los protocolos correspondientes, las autoridades confirmaron que el exnarcotraficante no tiene ninguna anotación judicial pendiente en Colombia, por lo que quedó en libertad.
La llegada del Fabio Ochoa a territorio colombiano se venía anunciando hace varias semanas, tiempo en el que el director de la Policía Nacional, general William Salamanca, afirmó que su arribo al país dependía únicamente de decisiones judiciales del país norteamericano.
Nacido en la capital de Antioquia el 2 de mayo de 1957, Ochoa mantuvo vínculos con el temido narcotraficante Pablo Escobar, lo que lo llevó a formar parte del Cartel de Medellín. Junto a sus hermanos mayores, Jorge Luis y Juan David Ochoa Vásquez, se convirtió en uno de los fundadores de la organización criminal.
El exlíder del Cartel, fue capturado en el año 1999 por la justicia colombiana, posteriormente fue extraditado a Estados Unidos, donde en 2003 la justicia americana lo condenó a 30 años de prisión por varios delitos que incluyen distribución de cocaína, conspiración y trata de personas.
Así mismo, fue acusado de liderar una operación de tráfico de drogas que envió alrededor de 30 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre los años 1997 y 1999, también ha sido vinculado con el asesinato de Barry Seal, piloto del Cartel de Medellín e informante de la DEA, ocurrido en febrero de 1986. Además, se le señala como el principal contacto entre el cartel de Medellín y grupos narcotraficantes mexicanos.
Todavía no se conocen detalles de su permanencia en el país, pero este suceso vuelve a rememorar capítulos de la violencia que azotó el país durante los años 90 y que tuvieron a Ochoa como uno de sus perpetradores. Mientras tanto, ante la duda de si se convertirá en gestor de paz en Colombia, el mismo ex narcotraficante fue enfático al señalar que no está interesado en ocupar ese rol.
“No, no he pensado en eso. Yo soy un tipo de paz, pero no he pensado eso”, puntualizó Fabio Ochoa a su llegada al país.