La Policía halló en Alfonso López una armería, donde las fabricaban o reparaban.
La mayoría de las fábricas de armas ilegales que existen en Cali, están camufladas en casas de familias o negocios como talleres mecánicos o de costura de barrios populares, en las que se distribuyen desde pachas hasta pistolas o escopetas.En los últimos tres años han sido desmanteladas, según las estadísticas de la Sijín de la Policía, cuatro de estas armerías, donde fabrican y repararan armas. El último caso ocurrió esta semana en la Carrera 7D2 con Calle 81 del barrio Alfonso López, en el nororiente de la ciudad.En una casa de familia, en la que también funcionaba un taller de costura, la Policía encontró una fábrica de armas. En el lugar se incautó un fusil AK 47 (original), dos revólveres calibre 32, cuatro pistolas con sus respectivos proveedores, cinco escopetas calibre 12 milímetros, dos cajas de munición calibre 9 milímetros, ocho cachas para escopeta y pistola, diez cachas para revólver.Allí, hallaron once tubos para cañón, once proveedores, varios manuales de distintos idiomas de cómo reparar armas, además de herramientas y elementos para la fabricación de las armas como resortes, pulidoras, esmeriles y taladros. En la vivienda detuvieron a un hombre de 67 años, quien al parecer sería la persona encargada de elaborar y reparar las armas de fuego. El capturado tiene antecedentes por el delito de fabricación de armas de fuego, por lo que fue sentenciado a 24 meses. Hace doce años, este hombre había sido arrestado en un allanamiento efectuado en otra fábrica.De acuerdo a lo explicado por el comandante de la Policía, coronel Hoover Penilla, el capturado actualmente fabricaba por lo menos 15 armas al mes y arreglaba 30 en el mismo periodo.El oficial señaló que entre las técnicas detectadas para esconder las armas en los traslados estaban esconderlas en tubos PVC y en triciclos donde se transporta la mazamorra para evadir a las autoridades.Asimismo, cada una puede costar desde $200.000 hasta $1 millón.Las autoridades agregaron que el detenido les reveló que él había aprendido este oficio -de fabricar armas- de su padre, quien se había dedicado toda la vida a eso.De este tipo de talleres clandestinos se surten las bandas criminales de la ciudad para realizar atracos, agregó el oficial.Precisamente, en el lugar se encontraba un fusil Norinko, (originario de China) al parecer de los que han sido decomisados a los Rastrojos en diferentes operaciones en la ciudad. El arma de fuego, que tenía las identificaciones borradas, estaba ahí para ser reparada.Así se planeó la operaciónSeguirle el rastro a las fábricas de armas es muy complejo, además en las investigaciones tenemos que encontrar las armas para demostrar la flagrancia. El año pasado allanamos varios lugares, todos casas, y solamente encontramos las herramientas, explicó un investigador.Para esta última operación, la Sijín le seguía la pista a esta fábrica desde noviembre pasado. Los datos de este sitio habían sido entregados por un informante.Los investigadores iniciaron las verificaciones y los controles hasta que llegaron a la vivienda de Alfonso López.Asimismo, descubrieron que ayer jueves era el día en el que el fabricante de las armas hechizas tenía varios encargos, por lo que podían encontrarlas todavía en proceso. Fue así como en la madrugada de ayer allanaron la vivienda. Las fábricas de armasLas fábricas de armas artesanales, según los datos de la Policía, generalmente son manejadas por una sola persona o por pocas, que tienen sus contactos en el bajo mundo.Estos intermediarios se encargan de realizar los pedidos y recibir las armas para llevarlas a su destino final. De estas armerías se surten, explica un investigador de la Sijín, bandas delincuenciales de la ciudad dedicadas a robos o sicariato.En estos lugares también les realizan el mantenimiento a las armas de fuego, como sucedió con el fusil Norinko encontrado en Alfonso López. Las otras tres fábricas desmanteladas por la Policía estaban en los barrios Sindical, Comuneros I y Manuela Beltrán.En el Sindical encontraron una pistola genuinas y cuatro artesanales, una subametralladora artesanal, dos revólveres, proveedores de fusil y de calibre 9 milímetros. En el lugar capturaron a un hombre.En otro de los allanamientos, realizado en Comuneros I hallaron una pistola, un proveedor y cartuchos, así como limas, cuchillos, alicates, brocas, taladros, pulidoras, moldes y esmeril.Finalmente, en Manuela Beltrán encontraron dos cuerpos para armas, dos proveedores, cinco martillos (una de las partes de la pistola), moldes para cachas de pistolas y otras herramientas.