Luego de que el pasado fin de semana fuera asesinado un taxista de 28 años en el oriente de Cali, presuntamente en medio de un atraco, líderes del gremio piden fortalecer más el trabajo que se viene realizando con la Policía, especialmente en la jornada nocturna.
La víctima del crimen fue el joven Carlos Andrés Quiñones, quien conducía el vehículo de placas VCS - 238 y el pasado viernes a las 11:15 p.m. fue atacado por dos personas en el barrio El Vergel.
“Al parecer, dos personas lo abordaron y generaron la acción violenta dentro del carro. Aún el caso es materia de investigación; sin embargo, la hipótesis que más se acerca es el hurto. Estamos recogiendo testimonios y revisando las cámaras de seguridad para esclarecer lo más pronto posible este hecho”, dijo el coronel Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana Santiago de Cali.
Luego de estos hechos que acabaron con la vida del taxista, líderes del gremio exigieron más controles en las vías de la ciudad y que se retome la estrategia Taxi Doble Vía, plan que consiste en que la Policía realice controles en los principales corredores viales de la ciudad y detengan únicamente a los taxistas. Allí se le hace una requisa a los pasajeros y también al taxista, todo esto con el fin de verificar que la persona que está conduciendo el vehículo es la que está autorizada y registrada.
“Con la llegada del nuevo Comandante de Policía de Cali queremos que se mantenga el Plan Recompensa, pues esto ayuda mucho a obtener información de los hechos porque muchas veces son los mismos delincuentes los que deciden contar quiénes están detrás de los actos criminales”, aseguró Johnny Rangel, líder de los taxistas en Cali.
“Lo que hemos estado solicitándole al Secretario de Seguridad y Justicia es la obligatoriedad del bombillo de pánico. Queremos que sea obligatorio para que todos los taxistas lo coloquen. Esto salvará muchas vidas porque el bombillo debe ir en el techo y en el parabrisas trasero y ante cualquier emergencia el taxista lo activa y quien lo vea encendido sabrá que quien vaya a bordo está en medio de una emergencia”, explicó Rangel, y añadió que, a pesar de que tener estos bombillos es una buena idea, no los exigen como obligatorios porque “no hay voluntad política de hacerlo”.
El asesinato de Carlos Andrés Quiñones no ha sido el único que ha ocurrido en las últimas semanas a bordo de un taxi. Hace un mes, un hombre que acababa de salir de prisión fue asesinado en el barrio Villanueva y, en agosto pasado, se registró otro homicidio contra un pasajero, esta vez en plena calle 5 con carrera 13.
Según el gremio de los taxistas, el corredor de la carrera 39 a la altura del barrio El Retiro o de la Galería Santa Elena, son algunas de las zonas más peligrosas en la ciudad a cualquier hora del día.
En la noche, los casos de hurto se concentran en el oriente de la ciudad, especialmente en los lugares aledaños al barrio Potrero Grande.
“Esperamos tener más apoyo de la Policía en horas de la noche y la madrugada, pues es en estos momentos cuando más hay problemas de seguridad para los conductores”, pidió Rangel.
Para evitar hechos de delincuencia, en noviembre del año pasado se creó un frente de seguridad de taxistas. Este grupo, que opera las 24 horas del día, está conformado por las empresas de taxis con radioteléfonos, la Asociación de Propietarios de Taxis y conductores, para un total de 9.600 taxistas.