El Valle del Cauca es uno de los departamentos más afectados a nivel nacional por el accionar de grupos delincuenciales que se dedican a la extorsión, el hurto y el sicariato.
Sin embargo, el delito que más altera la tranquilidad de los vallecaucanos es el homicidio.
Así lo indicó la Secretaría de Seguridad del Departamento, al señalar que el Valle supera el promedio de la tasa nacional por cada cien mil habitantes.
Asimismo, informó que el 80 % de las muertes violentas se presentan bajo la modalidad de sicariato, situación que estaría directamente relacionada con rentas criminales.
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Por tal razón, las autoridades han definido cinco burbujas operativas en los municipios de Tuluá, Buga, Cartago, Palmira y Buenaventura, donde la actividad delictiva se ha desbordado.
En Cali también se viene adelantando la misma estrategia, la cual se ha extendido al municipio de Jamundí.
El tilular de Seguridad en el Departamento, Camilo Murcia, expresó que “siempre que exista una estructura armada o delincuencial en un territorio, dedicada a actividades ilícitas, afecta directamente a los habitantes, toda vez que sus actividades conllevan acciones de intimidación, zozobra e incluso generan deserción escolar y desestimulan la inversión”.
El funcionario enfatizó que este flagelo no se combate solamente con pie de fuerza.
“La prevención es lo más importante y el eje de toda acción asertiva es la denuncia del ciudadano porque podemos focalizar la intervención y priorizar las zonas a intervenir”, expresó.
Delitos que impactan
La Policía Valle señaló que los delitos de mayor impacto en el departamento son el homicidio, el secuestro, la extorsión y el hurto a personas.
Pero cabe aclarar que del 1 de enero al 20 de octubre del 2022 se presentó una disminución del 6 % (54 casos) en el número de homicidios, que pasó de 853 casos en el 2021 a 799 en el 2022.
El secuestro también presenta una disminución del 50 % (10 casos) con respecto al año pasado, cuando se conocieron 20 casos.
No pasa lo mismo con la extorsión, que registra un incremento del 40 % (139 casos), comparado con el 2021, cuando se registraron 349 denuncias, mientras que en el 2022 van 488.
El hurto a personas es otro delito que sigue disparado en el departamento, con 4525 casos este año, en tanto que en el 2021 se registraron 3540, para un incremento del 28 % (985 casos).
Según el reporte policial, Cartago presenta este año un incremento de 23 casos en el número de homicidios, al pasar de 55 a 78. Igualmente sucede con las extorsiones, que durante el 2021 registraron 10 casos y en el 2022 suman 24. El hurto a personas también aumentó, pues sumó 239 casos en el 2021, frente a 266 en el 2022.
Buga es otro municipio que presenta un ligero incremento en materia de homicidios, puesto que en 62 alcanzó 2021 y en el 2022 lleva uno más.
Aunque Buenaventura, Tuluá y Palmira presentan el mayor número de homicidios este año, es importante resaltar que registran una notable disminución con respecto al 2021.
Análisis del flagelo
Andrés González, director del Centro de Análisis de Datos, Delfos, de la Universidad Externado de Colombia, sostuvo que es evidente que en el ranking de la tasa de homicidios en los municipios intermedios el Valle ocupa un lugar destacado.
Entre los ocho primeros municipios están Cartago, Jamundí y Tuluá en términos de la tasa de homicidios, pero si se le mira solo en números, aparecen Cartago, Jamundí y Palmira.
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El docente investigador manifestó que su hipótesis frente a este fenómeno que se vive en el departamento es que se trata de una zona muy afectada por el corredor de la droga por el Pacífico. Si bien subrayó que no se puede reducir a una sola causa, sí reiteró que este sería uno de los factores que más influye.
De su parte, el diputado a la Asamblea del Valle Manuel Torres aseguró “la responsabilidad del orden público de cada municipio es de los alcaldes y la Policía, y me parece que no está haciendo su trabajo de inteligencia”.