Siguen los combates entre el ELN y el Clan del Golfo en el Bajo Calima, corregimiento del Valle del Cauca que está bajo jurisdicción del Distrito especial de Buenaventura.? ubicado a orillas del río Calima.
Los lancheros tienen miedo de ingresar a esa región, a donde solo es posible llegar a través de los ríos. Por esta razón, ya están escaseando los alimentos, medicinas y el combustible para las plantas eléctricas.
El padre John Reina, director de la Pastoral Social de Buenaventura, pidió al Gobierno Nacional que atienda el clamor de la población que permanece confinada en esa zona.
“La Fuerza Pública está haciendo presencia en estos espacios para retomar la tranquilidad en la comunidad, pero realmente se está tornando muy complejo y la gente poco a poco se ha ido quedando sin alimentos”, expresó el padre Reina.
Mientras esto ocurre, la Armada Nacional sigue buscando en los ríos los muertos que, según la comunidad, dejan estos enfrentamientos en la zona rural de Buenaventura.
“En el Bajo Calima está haciendo presencia la Armada Nacional con el objetivo de tomar todas las medidas de contención para garantizar el control territorial. Allá hay un actuar delictivo relacionado con rutas del narcotráfico, entonces se presume que estos conflictos están relacionados por el control territorial en esta importante salida hacia el Pacífico”, sostuvo Camilo Murcia, secretario de seguridad del Valle del Cauca.
“Se siente el temor que, a raíz del cuerpo hallado en días pasados, se vayan a romper los acuerdos o se vaya a aumentar el índice de violencia. Esperamos que esto no suceda y que los violentos que están en ese diálogo puedan mantener la sabiduría para mantener los acuerdos”, afirmó el personero de Buenaventura, Edwin Patiño.