Hizo falta que asesinaran a dos hombres para que saliera a la luz el “alto calibre” de las fiestas que se realizaban en el motel La Kaskada, donde el sexo era lo más “suave”.
De acuerdo con declaraciones de las autoridades al diario El Tiempo, en ese motel de Villa del Rosario (Norte de Santander, cerca del puente internacional Simón Bolívar, que conecta con el estado de Táchira, Venezuela) ocurría todo tipo de actos desproporcionados y “de alto riesgo”.
Cada encuentro comenzaba a gestarse a través de grupos privados de redes sociales y chats, a través de estos mensajes, los anfitriones citaban a los interesados, que provenían de todos los estratos sociales, profesiones. En los encuentros, sobraba el alcohol, también las drogas y el sexo, por cuenta de que también asistían trabajadoras sexuales.
Todo salió del anonimato el domingo 19 de febrero tras el primer asesinato.
Le puede interesar: Carta del ELN revela plan de atentados terroristas contra la Fuerza Pública
Seis balazos
Mientras se desarrollaba la fiesta, uno de los anfitriones comenzó a discutir acaloradamente con uno de los asistentes. Este último terminó por sacar un arma y propinarle seis balazos a Efraín Jesús Pérez Díaz: tenía antecedentes por extorsión y un pasado delincuencial.
Los invitados huyeron, muchos de ellos, en sus vehículos de alta gama. Uno de los asistentes fue el empresario Gerson Vladimir Durán Angarita: salió en su Toyota Rav 4, de placas EMV-963, pero nunca más lo vieron vivo.
En el lugar equivocado
La camioneta de Gerson fue hallada al día siguiente en una trocha cercana a la cárcel Modelo, en pleno anillo vial de Cúcuta. La familia de Gerson había denunciado su secuestro, pues delincuentes estaban pidiendo dinero para liberarlo.
Intentando dar con su paradero, y en medio de las investigaciones por el asesinato del hombre en el motel, las autoridades establecieron que Durán distinguía a las personas que se enfrentaron en el motel y que, incluso, intentó disuadirlos para evitar un conflicto mayor.
El martes, dos días después de la pesada fiesta, hallaron su cadáver desmembrado dentro de una maleta rosada y untada de sangre, en un sector enmontado del barrio Cumbres del Norte, frente a la cárcel Modelo.
Sobre Gerson se estableció que era un reconocido empresario de vehículos de transporte de carga, negocio en el cual su familia ha trabajado por varias décadas.
Su familia le insistió a El Tiempo en que el crimen de Gerson ocurrió porque estuvo “en el momento equivocado y que es posible que lo hubieran confundido. Era un muchacho que no tenía problemas con nadie. Él solo quiso calmar el problema y quizá los amigos del muerto tomaron represalias. Fue una muerte inocente”.