Por Jeymi Sierra / Colprensa
El fantasma de Pablo Escobar habita aún en Medellín, alimentado por la narcocultura que instaló la mafia y que, 30 años después de la muerte del capo que puso de rodillas al país, ha sido vigorizada por series de televisión, libros, películas y diversos artículos comercializados para perpetuar su figura, en una ciudad que aún lucha por sanar el dolor que causó y las heridas que dejó.
Demoler en 2019 el edificio Mónaco, residencia y cuartel del jefe del cartel de Medellín, no ha impedido que su imagen siga viva en la cultura popular y que atraiga a miles turistas extranjeros interesados en llevarse algún souvenir y en recrear su historia visitando la tumba, los restos de la cárcel La Catedral o la casa donde falleció el 2 de diciembre de 1993, sobre el tejado tras ser cercado por la Policía.
En un informe de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el doctor en Ciencias Humanas y Sociales Didier Correa señaló que “no hay que ser narcotraficante para producir o reproducir la narcocultura”, y en eso, de algún modo, coincide el comerciante Orlando Marín, quien lleva siete años vendiendo prendas y accesorios en la calle más comercial de la Comuna 13, donde sus clientes buscan “su energía por tener algo de él (Escobar)”.
”Acá se sintió el dolor hace mucho tiempo, pero hoy en día se siente la resiliencia de la gente. Pasó de ser un dolor a de pronto un negocio o una remuneración, porque mucha gente sobrevive de esto; no solo quien lo vende, sino el que lo produce. Es un movimiento muy grande”, afirmó Marín a Colprensa.
En su toldo están exhibidas camisetas y gorras con la imagen del capo y la frase “Plata o Plomo” que se popularizó con series como “Narcos” y “Pablo Escobar: El patrón del mal”.
Tanto la frase como la imagen de Escobar están impresas en todo tipo de artículos, desde imanes para nevera hasta en copas, mugs, llaveros, calcomanías y artesanías, entre otros.
Pese a que el cantante Maluma cuando recibió en 2021 el Europe Music Award (EMA) de la cadena MTV como Mejor Artista Latino en Budapest (Hungría) le dijo al mundo que ese premio iba “para Medellín, Colombia, que ya no es Pablo Escobar nunca más, ahora es ‘Maluma, baby’ y J Balvin”, la realidad es que la fascinación por el narcotraficante persiste y es palpable en pequeñas réplicas de la entrada de la Hacienda Nápoles o en lo popular que se ha hecho la cara del capo, su cédula o la fotografía judicial cuando fue arrestado en 1976.
”Compran desde llaveros hasta camisetas, pero hay como un mito con el número de cédula y el número de su tumba”, detalló Marín.
Dentro de esa “fiebre” por Escobar, que ha llegado incluso a canciones de artistas urbanos como Bad Bunny en ‘Mónaco’ y Blessd y Myke Towers en ‘Tendencia Global’, están también los narco-tours, entre ellos el ‘Tour Familia’, ofrecido por su hermano Roberto Escobar Gaviria, alias ‘El Osito’, y el Museo Pablo Escobar, ubicada hasta hace poco en una mansión valorada en $12 mil millones que en octubre pasado fue ocupada por la Fiscalía General y la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Cuando fueron emitidas las series, circuló en algunos barrios de Medellín un álbum de 16 páginas que costaba $2000 y que tenía el nombre ‘Pablo Escobar, el patrón del mal’. Y en los dos últimos años empezó a ser comercializado el ‘Café Patrón’, con la popular imagen de la captura del líder del Cartel de Medellín estampada en sus tres presentaciones.
“Hace poco vino un guía turístico a buscar un dólar con la cara de Pablo para vendérselo a un gringo porque en El Poblado estaba muy costoso”, relató Flor Marina Aristizábal a Colprensa, mientras organizaba la mercancía que comercializa y que está inspirada en el legendario narco colombiano.
También hay un capítulo especial para los libros, como lo es ‘La parábola de Pablo’ de Alonso Salazar, publicado por primera vez en 2001; ha sido revisado, actualizado y ampliado, justo al cumplirse 30 años de la muerte de Escobar.
Asimismo, fue lanzado recientemente ‘El derrumbe de Pablo Escobar’ del general retirado Óscar Naranjo, exdirector de la Policía y exvicepresidente.
En la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín este año presentaron ‘Pablo: secretos de la cacería contra Escobar’, cuyo atractivo es la revelación de detalles inéditos de la persecución al capo. El libro se promociona en sitios turísticos como la Comuna 13.
”Hicimos una labor de investigación de 10 años seria y responsable. Queríamos dejar una versión de la memoria histórica del país, contada por personas que estuvieron anónimas por muchos años, dos sargentos de policía que guardaron silencio hasta este momento y que hacen revelaciones”, detalló a Colprensa el director de cine, escritor y expolicía Edison Vanegas Álvarez, coautor del libro.
Álvarez prepara la serie documental ‘Comando de Búsqueda’, basada en el libro y que se aparta de esas historias narradas desde la mirada el cartel de Medellín.
El Escobar de ahora, a 30 años de su muerte, es solo un personaje de calcomanías, libros y películas. De hombre violento que ordenó asesinar políticos, periodistas y policías ya solo queda el recuerdo.