El delito que más se ha incrementado en Cali en lo corrido de 2023 es el secuestro, que ha tenido un aumento del 200% con respecto al mismo periodo de 2022 según los datos del Observatorio de Seguridad. Mientras que el año pasado se habían presentado cinco casos, a corte de octubre del año en curso se registraron 15, además de varios intentos frustrados por las autoridades policiales.
Además, también fueron noticia varios delitos impedidos por las autoridades en pleno casco urbano. Uno de los hechos fue el de una joven de 24 años interceptada en el sur de la ciudad y el de un hombre amordazado en un baúl, en ambos casos retenidos en automotores.
“En los últimos años, en Cali se presentaron algunos raptos de corta duración y con fines extorsivos, sin embargo, este año se registraron casos más similares a lo que se vivía en el país antes, secuestros de larga duración”, explicó Alberto Sánchez, exasesor de seguridad de Cali.
La exsecretaria de Seguridad de la ciudad, María Ximena Román concordó, ya que según ella, este delito forma parte de la cadena de conexos al narcotráfico, como el control de rutas, mercados y liderazgo de los grupos al margen de la ley que quieren tener control territorial.
Los especialistas explicaron que uno de los motivos del aumento de este crimen puede ser la percepción de la disminución de la capacidad de investigación criminal. Asimismo, Sánchez indicó que es muy difícil rastrear estos casos y aún más dar con la captura de estos actores si no se fortalecen las labores de inteligencia, lo que es una ventaja operacional para los delincuentes.
Cali, un caso complejo
Las cifras de secuestro no han aumentado solamente en la capital del Valle. El país está en alerta ante la compleja situación de seguridad. De acuerdo con cifras reveladas por el Ministerio de Defensa, este flagelo aumentó en un 103% a corte de marzo de 2023 en comparación con el mismo periodo del año anterior, siendo la Colombia profunda la más afectada debido a los grupos ilegales.
Sin embargo, el caso de Cali es particular, pues según el experto, “los secuestros ‘tradicionales’ se presentan en la zona rural, pero este es un caso complejo porque dentro de la zona urbana hay varias modalidades como el extorsivo, pero un caso muy recurrente se da cuando alguien está metido en un negocio criminal y queda debiendo plata, entonces para que pague le retienen a un familiar”, indicó.
También preocupan los casos de raptos en residencias, como el de Los Alcázares, puesto que “cuando hay percepción en la reducción de las capacidades de la Fuerza Pública, personas que no se dedican al secuestro ven la oportunidad de hacerlo y terminan reteniendo a alguien en contra de su voluntad en zonas residenciales, en muchas ocasiones, con fines sexuales”, añadió el exasesor de seguridad.
Román advirtió que además de los protocolos de seguridad de la Policía, la ciudadanía también debe tomar medidas de protección, como por ejemplo “no suministrar información personal a empleados, desconocidos o prestadores de servicios. No brindar la localización en tiempo real, ni publicar en redes las rutas o recorridos, puntos de destino y medios de transporte empleados”.
De la misma manera, la exsecretaria de seguridad afirmó que en caso de conocer sobre un secuestro se debe alertar inmediatamente a las autoridades y bajo ninguna circunstancia pagar el rescate, puesto que cancelar el dinero no es garantía de que la persona sea puesta en libertad.
“Las primeras tres horas son críticas. Si es un hecho de extorsión, los criminales se van a contactar rápidamente, pero en otros casos, se debe alertar sobre la desaparición de la persona inmediatamente para que el Gaula pueda establecer la veracidad de la información y dar con la víctima y sus victimarios lo más pronto posible”, concluyó Sánchez.