La noticia de que la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia le dictó medida de aseguramiento al expresidente y senador, Álvaro Uribe, por los delitos de fraude procesal y soborno, en el marco del proceso que adelanta en su contra, ha generado una tormenta política en el país.
“La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la Patria”, fue el trino con el que el expresidente, líder natural del Partido Centro Democrático, confirmó la decisión del alto tribunal.
La decisión, que había anticipado su partido en un duro comunicado de prensa hace algunos días, no ha parado de generar controversia dese los distintos sectores políticos, sin embargo, pese a que se trata de una medida preventiva abre un hito en la historia reciente del país.
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Para el analista político Jorge Iván Cuervo este es apenas el comienzo de un largo camino jurídico y político para el caso del expresidente Álvaro Uribe, debido a que no se sabe cuánto pueda tardarse el alto tribunal en tomar la decisión, mientras, agrega, las reacciones en favor y en contra no pararán.
En este sentido, Cuervo indica que a nivel político los sectores afines al expresidente Uribe cerrarán filas alrededor de él con el objetivo de defender su inocencia, utilizando los argumentos que han venido invocando desde hace mucho tiempo: “que se está consolidando una persecución política disfrazada de fallos judiciales”.
De hecho, en el comunicado de prensa que publicó su partido antes de la decisión se señaló en relación al senador que: “Distintos elementos asociados a la izquierda armada comenzaron a tejer un imaginario criminal desde el cual fueron preconstituyendo la apariencia de una verdad, ficticiamente incriminante, para deformar -en la percepción pública- la conducta institucional y privada de quien ha observado una vida intachable. Haber cumplido respetuosamente los llamados que le ha hecho la justicia es la mayor prueba de su talante democrático”.
De igual forma, Cuervo advierte que el sentimiento de inconformidad se seguirá produciendo en los distintos sectores tanto uribistas como no uribistas, pero que, paradójicamente, le puede servir al Gobierno del presidente Iván Duque Márquez porque queda también como una supuesta víctima de esa persecución política que se ha venido invocando desde los sectores afines al expresidente.
Mauricio Jaramillo, experto en política, añade que lo que se va a ir presentando es una polarización mucho más profunda a nivel político, pero, para el caso de los uribistas, enfilada en contra de la justicia, y por el lado de los antiuribistas, encaminada a la defensa de la institucionalidad.
Sin embargo, en relación a las consecuencias que esta decisión trae para el Gobierno del presidente Iván Duque, Jaramillo indica que es un golpe a la legitimidad del presidente porque él llegó al poder con el aval de Uribe y del Centro Democrático. “Es un proceso que va a ser largo, que va a ser complicado, que abre una nueva brecha en la historia política de Colombia y, tal vez, el proceso judicial más importante en el último tiempo”, dice.
Jaramillo argumenta que lo de Uribe se suma a una serie de golpes que han venido debilitando la credibilidad del Gobierno del presidente Iván Duque, como el hecho de que el hermano de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez haya sido condenado por narcotráfico o el escándalo de la ‘Ñeñepolítica’.
Pero, sin duda, manifiesta Jaramillo, sale a relucir, otra vez, la vieja disputa sobre la firma del acuerdo de paz con las Farc, debido a que uno de los argumentos de los uribistas es que los antiguos excombatientes tienen que pagar por los delitos que cometieron durante los años que estuvieron en la ilegalidad.
En uno de los apartes del comunicado del Centro Democrático se señala que: “Una decisión contra la honra de Álvaro Uribe Vélez, sin la solidez absoluta de un acervo probatorio incontrovertible, nos empujaría hacia una inédita paradoja de la historia: Los delincuentes que arrasaron la paz nacional y llenaron de lágrimas nuestros hogares, sentados en el congreso, y el hombre que rescató la nación y sacó a Colombia de la oscuridad, pagando un precio insólito por vencerlos”.
Pero para Jaramillo retomar el tema de las Farc en este sentido termina siendo algo retórico, en el sentido de que los miembros de esta antigua guerrilla surtieron un proceso de paz que fue público, pese a que ha habido algunos inconvenientes con la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP y los grupos disidentes.
Es por esta razón, agrega el analista, que el partido político de las Farc generará rechazo a los uribistas y hasta en los no urbistas, que van a querer defender la tesis de que no se trata de una persecución política sino de la ratificación de que las instituciones son independientes. “La idea del antiuribiusmo es que el caso no tenga matices políticos sino que sea visto como un proceso en derecho y no de retaliaciones. En la medida en que las Farc hagan declaraciones, le estarían dando argumentos al Centro Democrático”, añade.
En este sentido, el mismo presidente Iván Duque señaló que la sociedad colombiana no puede comprender que quienes laceraron el país continúen sin ninguna condena, mientras a las personas que lucharon por la seguridad se les cercena sus derechos.
Cuervo agrega: “Es más fácil armar un discurso político alrededor de que injusto que el presidente que ‘derrotó a las Farc’ termine preso, mientras las Farc están en el Congreso, pero las Farc están ahí por un acuerdo de paz y en el caso de Uribe hay unas denuncias ante la justica sobre posible compra de testigos”.
La oposición jugará un papel importante en el escenario político debido a que el proceso contra Uribe tiene relación con el senador Iván Cepeda, uno de los líderes más importantes del Polo Democrático y que termina beneficiando, por el momento según Jaramillo, a la izquierda colombiana, en medio de las fracturas que hay en su interior.
Carlos Andrés Arias señala que este hito genera un nuevo orden político nacional y una reestructuración de las fuerzas políticas con miras a las posibles elecciones, en un escenario mucho más polarizado por lo que significa Álvaro Uribe Vélez para muchos ciudadanos.
Se espera que en las próximas horas la Corte Suprema comunique cuál será el alcance de su decisión.