El pasado fin de semana no se presentaron homicidios en Cali de acuerdo con el informe presentado por la Secretaría de Seguridad y Justicia y el Observatorio de Seguridad. Además, se sumaron 27 días no consecutivos sin asesinatos, una situación poco frecuente en una ciudad que a la fecha tiene un registro de 824 casos, 36 más que en el mismo periodo del año pasado.

A pesar de que esta reducción es una buena noticia para capital vallecaucana, la realidad es que una disminución temporal puede obedecer a múltiples factores.

Juan Miguel Gómez, politólogo magíster en defensa y seguridad nacional aseguró que aunque este evento puede ser la respuesta al aumento en el pie de fuerza policial o programas de prevención efectivos, también suele estar relacionado con la disminución del propio conflicto en la comunidad o pactos temporales de no agresión entre estructuras delictivas.

Hace 25 años no se registraban tres días consecutivos sin homicidios en Cali. | Foto: El País

“Si bien es un evento significativo, no es para que las autoridades celebren; es un hecho que debe servir a la institucionalidad para analizar de manera técnica los elementos o factores que permitieron que en el territorio se presentara esta disminución de la violencia, y los lleve a evaluar sus procedimientos y estrategias para mejorar la seguridad en la ciudad, y que los fines de semana sin homicidios se conviertan en un hecho recurrente y no esporádico”, indicó.

Para Gustavo Orozco, politólogo experto en seguridad y terrorismo, fundador de Objetivo Cero, los conteos de horas o días sin muertes violentas son una manera de mostrar resultados, sin embargo, “lo que más nos interesa es conocer los números acumulados del año para saber si Cali está mejorando. Podemos tener meses sin registros de estos crímenes, pero si tenemos un mes disparado la cifra de un periodo aislado no cuenta mucho”.

Para el especialista, aunque se presentaron 72 horas sin este tipo de delitos en Cali, lo que muestran las cifras globales es un incremento del 4,6% “a pesar de los resultados que tratan de mostrarnos la ciudad está peor que el año anterior, yo veo difícil que esa tendencia ya se logre revertir, sobre todo cuando los casos en diciembre tienden a dispararse”, expresó Orozco.

Gómez también consideró que es aventurado asegurar que se superarán los 1000 asesinatos, pero se podría concluir basados en las cifras actuales que se cerrará el año por encima o rondado ese número de hechos. “Por ello es tan importante que las autoridades locales hagan una evaluación de las estrategias desarrolladas hasta la fecha, considerar las experiencias y buenas prácticas así como los resultados positivos de intervención, que los lleve, bajo un enfoque territorial”.

Para que los asesinatos en Cali comiencen a disminuir y que los días sin casos lamentables sean una contante, es indispensable que se articulen las medidas locales con las nacionales para contrarrestar la violencia, teniendo en cuenta el sistema judicial actual que muchas veces da la sensación de impunidad, afirmaron los expertos.

Una ciudad cuya prioridad no es la seguridad

“Excluyendo los asesinatos por aspectos sociales como intolerancia, o violencia intrafamiliar, es importante tener en cuenta que Cali, como polo de desarrollo del suroccidente colombiano y su posición estratégica, no solo es epicentro de actividades ilícitas por parte de la macrocriminalidad presente en la región, vinculada principalmente al narcotráfico, sino que es receptora de las dinámicas de los conflictos de los territorios aledaños, especialmente del norte del Cauca y el Pacífico”, analizó Gómez.

Por ello, los especialistas comentaron que es un error observar las dinámicas delictivas de la ciudad como un indicador local y no departamental o incluso trasnacional, puesto que la tensión de la región dinamiza los crímenes cometidos en la capital vallecaucana.

La construcción de estrategias o medidas de choque a corto plazo, y que obedecen a cuestiones de orden coyuntural, más que a un plan u hoja de ruta integral sostenida en el tiempo y en los territorios, son algunas razones por las cuales las cifras de violencia homicida persisten, aseguraron. | Foto: El País

Por su parte, el fundador de Objetivo Cero concluyó que “la seguridad en los últimos cuatro años no ha sido una prioridad de la Administración, como lo demuestra la poca participación de alcalde en los consejos de seguridad, la poca inversión en el frente y la poca aplicación de ideas que ayuden, por un lado, a replicar lo bueno de otras latitudes o buscar prácticas novedosas que contribuyan a enfrentarlo”.

Los politólogos indicaron que uno de los motivos por los que no hay un avance significativo en materia de seguridad en Cali es la falta de articulación entre las autoridades ni “programas determinados por parte de a Alcaldía en el Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana, con las estrategias o medidas implementadas por la Policía Metropolitana de Santiago de Cali”, indicó Gómez.