La memoria en los perros no funciona como en los seres humanos, ya que su memoria a corto y largo plazo no es tan compleja. A pesar de eso, estas mascotas pueden memorizar a través de su memoria asociativa y olfativa con las que recuerdan personas, objetos, situaciones, lugares, otros animales y reacciones.
Estos dos tipos de memoria se pueden potenciar por medio del aprendizaje y la repetición de acciones.
La memoria asociativa y la repetición
Los perros tienen un tipo de memoria asociativa que se basa en que su aprendizaje se fundamenta en los hábitos y la repetición. Gracias a el estrecho vínculo del animal con la familia, son capaces de reconocer los gestos de los humanos en determinadas situaciones.
Además, gracias al tono de la voz del humano, los perros detectan los estados de ánimo y adaptan su comportamiento a estas situaciones, esto significa que ‘reúnen y almacenan’ esta información cotidiana y repetitiva para responder a ella.
Es por ello que los perros pueden reconocer cuándo es la hora de la comida, o que si se agarra su toalla saben que es la hora del baño. Cuando se toca su correa pueden saber que es el horario del paseo y de esta manera van reconociendo los hábitos del hogar.
La memoria a largo plazo
Los seres humanos tienen la capacidad de recordar hechos concretos sucedidos varios años atrás e incluso evocar las emociones que produjeron en su momento. Sin embargo, los expertos consideran que, aunque los perros carecen de este complejo `proceso intelectual´, tienen memoria asociativa algo más básica, pero muy efectiva.
Aunque el perro no sabe que significada la palabra feria o fiesta, cuando oye el ruido de la pólvora puede reconocer la experiencia desagradable que esto significa para la mayoría de ellos.
Así mismo, son capaces de reconocer por los olores y tonos de voz a personas que han sido afectuosas con ellos y a las que no, de esta manera pueden reaccionar en consecuencia.
Esta memoria sensorial les faculta para asociar entornos que les provocan sensaciones placenteras y confiables o, por el contrario, rechazan alguna experiencia traumática.
La memoria de los perros ayuda a la sociedad
La memoria olfativa y espacial de los perros es muy útil para el aprendizaje y entrenamiento de actividades beneficiosas para la sociedad como en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para detectar estupefacientes y explosivos.
Estos perros de servicio se entrenan desde que son muy jóvenes para potenciar su capacidad olfativa y de esta manera pueden aprender y memorizan pautas de actuación que repetirán cada vez que sea necesario.
La memoria inmediata
Los cachorros muchas veces hacen sus necesidades en lugares no autorizados por sus dueños, aunque estos los estén educando y si se le regaña al encontrar su desastre, el cachorro no entenderá el motivo del enfado a no ser que se le sorprenda in fraganti.
Por ello, siempre se ha recomendado que si al llegar a casa el perro ha destrozado implementos del hogar no sirve de nada regañarlo horas más tarde, ya que la memoria de los perros a corto plazo es corta y pasados unos segundos tras cometer la mala acción, ya no la recordará.
¿Los perros tienen recuerdos?
Los perros no elaboran los recuerdos exactamente como lo hacen los humanos, es decir, por una sucesión de imágenes asociadas a algo. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones sus recuerdos son provocados por su `memoria olfativa´.
Un ejemplo de esto es que un perro es capaz de reconocer a su dueño o a otro ser querido después de haber pasado mucho tiempo sin verlo, ya que `recuerda´ su olor y el timbre de su voz.