Los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, visitaron la capital del Valle para llevar a cabo una conferencias y durante su estadía en Cali aprovecharon para conocer uno de los festivales más importantes de la ciudad el Petronio Álvarez.
Desde su llegada, Meghan Markle demostró un gran interés en la cultura local y las luchas contra las injusticias sociales. Además, también se destacó por su elegancia y sentido de la moda, eligiendo prendas de diseñadores colombianos para sus apariciones públicas. Una de las prendas que lució Meghan fue una falda de la marca caleña Juan de Dios, parte de su última colección inspirada en el verano.
La falda, que captó la atención por su diseño de seda blanca con un patrón de círculos verdes oliva y un corte clásico hasta los tobillos, tiene un precio de 450 euros (aproximadamente 1.800.000 pesos colombianos). La estadounidense utilizó una camisa blanca de la marca italiana Giuliva Heritage, sandalias en tono café de Jimmy Choo, y elegantes joyas de Ecksand con esmeraldas y Cartier, que completaron su sofisticado look.
En su tercer día en Colombia, Meghan y Harry visitaron San Basilio de Palenque, un lugar emblemático por su historia y cultura africana. En esta ocasión, Meghan optó por un conjunto negro de lino, compuesto por un top sin mangas y una falda larga de la marca caleña Johanna Ortiz, cuyo precio ronda los 5 millones de pesos colombianos.
Este atuendo, adecuado para las altas temperaturas y humedad del lugar, fue completado con accesorios de la marca californiana Ariel Gordon.
Johanna Ortiz, quien se ha destacado en el mundo de la moda, no es una desconocida en el guardarropa de Meghan; durante su primer día en Colombia, la duquesa lució un vestido de la diseñadora en tonos rojos y rosados, inspirado en los patrones de las tribus indígenas americanas.