El sheriff del condado de Nassau, Florida, Bill Leeper, no pudo ocultar el horror que le produjo este caso: “¿Quién hace eso? ¿Qué madre haría eso? Esto no es normal. Esto es enfermizo. Supera mi imaginación pensar por qué una madre le haría eso a su hijo”, expresó en una rueda de prensa.
En efecto, la tragedia de este niño tan pequeño ha causado conmoción, luego de que se dieran a conocer detalles más precisos de los sucedido el pasado 26 de junio.
Ese día, miembros de la policía de la población de Callahan, llegaron para atender una emergencia que involucraba a un bebé de solo 9 meses.
Los agentes encontraron al niño inconsciente y trataron de reanimarlo aplicándole resucitación cardiopulmonar.
No obstante, todo fue en vano y el bebé murió más tarde en el hospital de Jacksonville, como lo informó la oficina del sheriff.
Al ser interrogada sobre los hechos, la madre del bebé, una adolescente de 17 años, cuya identidad no ha sido revelada, dio versiones contradictorias.
Primero, les aseguró a los policías que no sabía qué le había ocasionado al niño la crisis que lo llevó a la muerte.
Su historia fue cambiando con el paso de los días, hasta que finalmente la autopsia contó la historia.
En su cuerpo, el bebé tenía el suficiente fentanilo para matar a diez personas.
Como se recuerda, este opioide es actualmente el causante de una epidemia de adicción nunca vista por un derivado del opio en Estados Unidos.
Este martes, la joven fue sometida a un nuevo interrogatorio, en el cual relató que, el día que su hijo murió, se sintió cansada y quiso tomar una siesta.
Reconoció que quiso darle un tetero a su hijo y que llenó la botella con una mezcla de leche y lo que ella pensó que era cocaína. No obstante, resultó que se confundió de sustancia y lo que vertió fue fentanilo.
“Nadie debería morir a causa de esta droga mortífera y menos un bebé inocente”, dijo el comisario Leeper.
Según la prensa local, la madre permanecerá en la cárcel y ya le fueron impuestos cargos por asesinato agravado y posesión de una sustancia controlada. }
El lamentable caso es solo uno más de los muchos que hacen titulares a diario alrededor del fentanilo en el país del norte.
Mientras en Florida causaba indignación la suerte de un bebé indefenso, en Nueva York era arrestado un hombre por vender píldoras de la sustancia que les causaron la muerte por sobredosis a cinco personas, de acuerdo con el New York Post.
El detenido fue identificado como Justin Turnick, quien distribuyó la droga desde 2020 entre sus amigos, conocidos y otros clientes en la población de Congers.
Ello a pesar de que sabía de los peligros del opioide y que conoció personalmente los casos de varios consumidores que perdieron la vida a causa de sobredosis.
Turnick, además, les hacía creer a los compradores que se trataba de drogas hechas por farmacéuticas, cuando en realidad eran preparadas en laboratorios clandestinos, en los cuales el fentanilo se mezcla con otras sustancias mortales para el organismo.
Según la policía local, las cinco personas que murieron luego de que él les vendiera la droga tenían entre 19 y 24 años.
Uno murió en febrero de 2020 y el otro cinco meses luego. Se presentó además el caso de una víctima que sufrió sobredosis no una sino dos veces.
Bajo los seis cargos por distribución de narcóticos, el hombre se enfrenta a una sentencia de 20 años en prisión de ser hallado culpable.