Allison Mack, actriz de la famosa serie de televisión 'Smallville', fue sentenciada el pasado miércoles a tres años de prisión por cooperar para convertir a mujeres en esclavas sexuales del líder de la secta NXIVM, Keith Raniere.
Mack, que en la mencionada serie hizo las veces de amiga cercana de Superman, se declaró culpable de los cargos en 2019. La justicia le permitió permanecer en libertad bajo fianza hasta que se entregue a las autoridades en el próximo mes de septiembre, el día 29.
Desde 2019, Mack contribuyó con la justicia para demostrar cómo Raniere creó una sociedad secreta de mujeres a quienes convirtió en esclavas sexuales.
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“Tomé decisiones de las que me arrepentiré para siempre. Estoy llena de remordimiento y culpa", dijo Mack ante la corte federal de Brooklyn. En una carta presentada al tribunal la semana pasado, pidió perdón a todos a quienes llevó a la secta NXIVM por haberlos expuesto a “esquemas nefastos y emocionalmente abusivos de un hombre retorcido”.
En la lectura de su declaración, la actriz rompió en llanto en varias ocasiones. El juez Nicholas Garaufis consideró sinceras sus disculpas, pero hizo énfasis en que merecía una sentencia ejemplar por aprovecharse de su condición de celebridad para ser aliada voluntaria de la explotación sexual de Raniere.
Aunque se exponía a una condena de 14 a 17 años, su cooperación con la justicia y los argumentos de su defensa redujeron ostensiblemente la pena.
“La saga NXIVM y la historia del descenso de Mack han sido una tragedia para todos los involucrados. Pero eso no tiene por qué ser, ni debería ser, el final de la historia de Allison Mack “, argumentaron sus abogados ante el juzgado.
No obstante, Jessica Joan, identificada como una de las víctimas, rechazó las disculpas de Mack.
“Ella puede culpar a Keith (Raniere) todo lo que quiera, pero ella es un monstruo cortado por la misma tela. Es una depredadora y un ser humano malvado", declaró Joan.
De 38 años, Mack habría hecho parte del círculo íntimo de Raniere y fue una clase de maestra para las esclavas sexuales, quienes debían, entre otras cosas, realizar trabajos de parto, tomarse fotos desnudas y participar en actos sexuales con el hombre, quien fue arrestado en México y extraditado a Estados Unidos en 2018. Huyó al país 'manito' en compañía de Mack, quien fue capturada días después.
Las colaboraciones de Mack con la justicia incluyeron la grabación de una conversación con Raniere, donde se trataba las marcas que se hacían sobre la piel de los esclavos. En dicho audio se reconocía que los sometidos debían mantener una posición "vulnerable" o de "sacrificio", siendo obligadas a decir: "Por favor, márcame".
Dicha ayuda fue esencial para que Raniere fuera condenado a 120 años de prisión por tráfico sexual el año pasado.