La cepa británica del coronavirus, identificada en diciembre y considerada mucho más contagiosa por la comunidad científica en Reino Unido, también puede estar asociada a una mayor mortalidad.
Así lo afirmó Boris Johnson, primer ministro de ese país, durante una rueda de prensa en Londres este viernes.
"Ahora también parece haber algunos indicios de que la nueva variante, la que se identificó por primera vez en Londres y el sureste (de Inglaterra), puede estar asociada a una mayor mortalidad", aseguró.
En el caso de un hombre de unos 60 años, la mortalidad en el país era anteriormente de 10 pacientes por 1.000 enfermos y actualmente estaría entre 13 y 14 por 1.000, explicó el principal consejero científico del ejecutivo, Patrick Vallance.
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Sin embargo, quiso "subrayar que hay mucha incertidumbre en torno a estas cifras". "Es preocupante que haya habido un aumento de la mortalidad, así como un aumento de la transmisibilidad", afirmó.
País más castigado de Europa por la pandemia, con casi 96.000 muertos confirmados por covid-19, el Reino Unido se enfrenta a una nueva ola de contagios desde el descubrimiento en diciembre de una mutación del coronavirus entre 50% y 70% más contagiosa según científicos británicos.
Hasta ahora, las autoridades sanitarias habían dicho que la nueva variante no parecía más mortífera y reaccionaba correctamente a las vacunas existentes.
"Todos los indicios actuales siguen demostrando que las dos vacunas que utilizamos actualmente siguen siendo eficaces tanto contra la antigua variante como contra esta nueva variante", aseguró Johnson el viernes.
Tras convertirse el 8 de diciembre en el primer país occidental en lanzar una campaña de vacunación masiva contra el covid-19, el Reino Unido ya ha inoculado a 5,4 millones de personas con las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech y AstraZeneca/Oxford.
El ejecutivo de Johnson, muy criticado desde el principio de la pandemia por sus políticas erráticas en materia sanitaria, ha puesto ahora todas sus esperanzas en la vacunación para poder levantar, a partir de marzo, el tercer confinamiento en que se encuentra sumido el país.