China anunció el miércoles el endurecimiento de las restricciones a sus ciudadanos que viajen al extranjero en medio de una nueva ola de contagios por covid-19 en el país.
El coronavirus estaba casi erradicado en China y la vida volvía a la normalidad con respecto a la primavera (boreal) de 2020 cuando se descubrieron nuevos casos de coronavirus el mes pasado en Nankín (este), un foco que se propagó rápidamente a 18 provincias del país.
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Para controlar la aparición de nuevos casos, los servicios de inmigración dejarán de expedir temporalmente a los ciudadanos chinos pasaportes y otros documentos necesarios para viajar al extranjero: "a menos que haya una razón imperiosa", dijo a los periodistas Liu Haitao, un responsable de la oficina de inmigración.
China registró el miércoles 71 nuevos casos, lo que equivale a cifras diarias de contagios con origen local del mes de enero.
Wuhan, donde surgió el virus en 2019, reportó esta semana sus primeras infecciones locales en más de un año, y el martes anunció que sometería a sus 11 millones de habitantes a pruebas PCR.
Largas filas de pobladores esperaron frente a las estaciones de prueba bajo el calor veraniego, mientras trabajadores de la salud tomaban las muestras.
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Nanjing también hizo pruebas a sus 9,2 millones de residentes antes de cerrar gimnasios y cines.
La localidad turística de Zhangjiajie, en la provincia central de Hunan, anunció el martes que nadie podría salir de la ciudad tras detectar un foco de contagios.
Aunque los nuevos casos son relativamente pocos con respecto a las cifras de otros países, la extensión geográfica de este nuevo foco de contagios es la más importante de los últimos meses en China.