Un hombre armado con un arco y flechas mató a cinco personas e hirió a otras dos el miércoles en Kongsberg, sureste de Noruega, antes de ser detenido, anunció la policía, que no descarta la pista terrorista.
"Lamentablemente, puedo confirmar que hay cinco personas muertas y dos heridas", dijo Øyvind Aas, funcionario de la policía local, en una conferencia de prensa.
Los dos heridos fueron hospitalizados en unidades de cuidados intensivos, pero, según Aas, nada indica que su vida esté en peligro. Uno de ellos era un policía fuera de servicio que se encontraba en uno de los múltiples lugares atacados.
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Un sospechoso fue arrestado. "Según las informaciones de las que disponemos ahora, hay una sola persona implicada en estos actos", agregó Aas.
Las motivaciones del ataque son desconocidas.
"Al ver cómo sucedieron los hechos, es natural evaluar si se trata de un ataque terrorista", declaró Aas más tarde en otra conferencia de prensa.
"El hombre detenido no ha sido interrogado y es pronto para pronunciarse sobre los motivos del ataque", añadió, al precisar que los investigadores "dejan todas las pistas abiertas".
No se busca otro sospechoso
Los Servicios de Inteligencia Nacional (DIS) fueron alertados, indicó un vocero a la AFP. "Por ahora solo son conjeturas", declaró el funcionario, Martin Bernsen, sobre la eventualidad de un ataque terrorista.
La policía no dio detalles sobre el sospechoso, salvo que se trata de un hombre que fue llevado a la comisaría de la ciudad vecina de Drammen. No confirmó ni desmintió que fuera conocido de sus servicios.
No se busca a ningún otro sospechoso.
"Estos hechos nos conmocionan", declaró la Primera ministra Erna Solberg, en su último día en funciones. El jueves, cederá su puesto al laborista Jonas Gahr Støre, vencedor de las legislativas del 13 de septiembre.
Informada a las 6:13 p.m. locales, la policía arrestó el sospechoso a las 6:47 p.m. En la pequeña ciudad de cerca de 25.000 habitantes a unos 80 kilómetros de Oslo, el acceso a los lugares de los hechos fue bloqueado por un cordón policial y agentes, según comprobó un corresponsal de la AFP.
Policías armados
Las autoridades instaron a la población a permanecer en sus casas. Varios barrios fueron acordonados e imágenes de televisión mostraban un gran despliegue de policías fuertemente armados y ambulancias.
También se enviaron al lugar un helicóptero y un equipo de desminado.
La dirección noruega de policía decretó que los agentes, que están generalmente desarmados, cargarían armas temporalmente en todo el país.
La cadena pública NRK mostró en su página web una foto enviada por un testigo en la que se ve una flecha negra clavada en una pared. En otros fotos se pueden ver lo que parecen ser flechas de competencia en el suelo.
Noruega, un país generalmente pacífico, ha sido escenario de ataques de extrema derecha en el pasado.
El 22 de julio de 2011, Anders Behring Breivik mató a 77 personas al detonar una bomba cerca de la sede del gobierno en Oslo, antes de abrir fuego en un mitin de las Juventudes Laboristas en la isla de Utøya.
En agosto de 2019, Philip Manshaus disparó contra una mezquita en las afueras de Oslo, antes de ser sometido por la multitud, sin que hubiera heridos graves. Antes del ataque abatió por racismo a su hermana asiática adoptada.
Las autoridades también han frustrado varios atentados islamistas.