El ministro de Relaciones Exteriores del gobierno cubano, Bruno Rodríguez, informó el lunes que la embajada de Cuba en Washington fue objeto de un ataque con dos cócteles Molotov el pasado domingo por la noche. Destacó que afortunadamente no hubo personas heridas en este incidente.
“Los grupos anticubanos recurren al terrorismo cuando sienten impunidad, algo sobre lo que Cuba ha advertido repetidamente a las autoridades estadounidenses”, señaló el canciller de la dictadura en la red social X (antes Twitter).
En respuesta al condenable incidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores expresó su sólida solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Cuba. Estados Unidos calificó el ataque con cócteles molotov a la embajada cubana en Washington como “inaceptable” y afirmó que está en contacto con el personal de la legación diplomática en cumplimiento de sus obligaciones bajo la Convención de Viena.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, enfatizó que los ataques y amenazas dirigidos a instalaciones diplomáticas son inaceptables y que se están tomando medidas para abordar este asunto. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, el ataque tuvo lugar el domingo por la tarde cuando un individuo lanzó dos cócteles molotov contra la embajada de Cuba en Washington.
La embajadora cubana en Estados Unidos, Lianys Torres Rivera, anunció que tras el “ataque terrorista”, la embajada se puso en contacto de inmediato con las autoridades estadounidenses, quienes tuvieron acceso a la misión para tomar muestras de los cócteles molotov.
El gobierno de Cuba describió el ataque como “una acción terrorista” y advirtió al gobierno de Estados Unidos sobre amenazas de este tipo contra la embajada cubana y las de otros países en Washington D.C.
El gobierno de Joe Biden condenó el ataque y afirmó su compromiso con la seguridad y protección de las instituciones diplomáticas y sus funcionarios. El Departamento de Estado está colaborando con la Policía Metropolitana de Washington D.C. para investigar el incidente.
México, un país cercano al régimen cubano, fue uno de los primeros en reaccionar ante el ataque.
Este incidente ocurrió después de conversaciones de alto nivel entre funcionarios estadounidenses y cubanos a principios de este mes. Cuba y Estados Unidos reabrieron sus sedes diplomáticas en 2015 después de un histórico relanzamiento de relaciones anunciado por los presidentes Obama y Raúl Castro en 2014.
Sin embargo, las relaciones se volvieron a tensar durante la administración de Donald Trump, quien tomó medidas como incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. El gobierno de Biden no ha revertido muchas de estas medidas y el país caribeño sigue preocupado por su inclusión en esa lista y la continuación del embargo económico de Estados Unidos.
En la actualidad, Cuba se enfrenta a importantes preocupaciones, entre las que se destaca la posibilidad de que el país continúe figurando en la lista estadounidense de estados patrocinadores del terrorismo. Además, el gobierno cubano sigue enfrentando los efectos del embargo económico impuesto durante la era de la Guerra Fría y se mantiene atento a cualquier decisión que tome la administración de Biden con respecto a estas cuestiones.