Héctor Valencia, de 23 años, fue declarado culpable de homicidio en febrero después de presionar el cable de una lámpara contra el cuello de Kimberley McRae y dejar el cuerpo de la mujer de 69 años dentro de su apartamento de Coogee en enero de 2020.
Valencia le había enviado un mensaje de texto a un amigo dos días después de dejarla por muerta diciendo “Creo que la maté” y huyó del país antes de que finalmente lo arrestaron en Aruba y lo extraditan a Australia para enfrentar la justicia.
El exmilitar del ejército colombiano admitió haber atacado violentamente a la Sra. McRae después de ir a su unidad de Mount Street y pagar cien dólares por sexo oral e iniciar el altercado cuando le dio un puño en el estómago y la cara.
Este viernes 7 de julio, la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur, por medio de la jueza Dina Yehia, condenó a Valencia a 10 años de prisión con un período sin libertad condicional de 6 años y 9 meses.
Con el tiempo ya cumplido bajo custodia incluido en su sentencia, Valencia será elegible para su liberación por primera vez en noviembre de 2026. McRae había sido vista por última vez varios días antes de que se descubriera su cuerpo después de que los miembros de la familia expresaran su preocupación.
El tribunal escuchó que Valencia le envió un mensaje de texto a la Sra. McRae y se organizó para pagarle a la trabajadora sexual cien dólares dólares por sus servicios en enero de 2020. La jueza Yehia dijo que además de ser una trabajadora sexual por cuenta propia, la Sra. Mcrae también era escritora, hermana y amiga de muchos.
La Sra. McRae también fue descrita por su hermana como una artista inteligente, talentosa y amante de la palabra escrita. Karen expresó su dolor al conocer el miedo que sentía su hermana en los momentos finales de su vida.
Según el Daily Mail, su cuerpo en descomposición fue encontrado en el piso de su habitación cubierto con un edredón, con una almohada sobre su cabeza, parte del cable de una lámpara sobre su cuello y un condón usado cerca.
La policía dijo que Valencia había estado en Australia durante algún tiempo con una visa de estudiante, pero se fue poco después de la muerte de la Sra. McRae y viajó a Sudamérica y luego a Aruba. Según las investigaciones, mientras Valencia aún estaba desnudo, golpeó a la Sra. McRae en la cara y el estómago antes de que ella agarrara una lámpara cercana para defenderse y lo golpeara en el hombro.
El juez dijo que el ataque no fue premeditado ni planeado y que no se pudo encontrar más allá de una duda razonable que estaba motivado por prejuicios cuando la estranguló hasta la muerte.
También dijo que la Sra. McRae estaba aislada y vulnerable cuando la mataron en su propia casa. Una autopsia indicó que murió por compresión en el cuello, lo que provocó asfixia, además de señalar que había sufrido una fractura de cartílago tiroides.
Dos días después de matar a la Sra. McRae, Valencia le envió un mensaje a un amigo diciendo ‘Tiré mi vida por la borda’ y que tenía miedo de ir a la cárcel. El juez Yehia también tuvo en cuenta que no prestó asistencia ni pidió ayuda y que arrojó sus teléfonos móviles al inodoro en un esfuerzo por destruir cualquier evidencia de su contacto.
“Soy un joven migrante que no supo manejar una situación acalorada, que sintió miedo y cometió un error irreparable por el que debe pagar”, escribió. “Si con mi vida pudiera devolver la de ella, la ofrecería sin pensarlo, pero sé que no es posible, Dios no permite eso”, según medios locales.