El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha oficializado el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América, al menos dentro de sus fronteras. La medida, anunciada en una orden ejecutiva firmada por el mandatario, ha sido implementada por Google Maps, lo que ha generado una ola de reacciones y controversias a nivel internacional.
El cambio en la plataforma de mapas de Google se aplicó exclusivamente para los usuarios que accedan desde Estados Unidos, mientras que en el resto del mundo se mantiene la denominación original junto a la nueva. La compañía tecnológica justificó la modificación asegurando que sigue “una práctica habitual de actualizar los nombres cuando han sido reconocidos por fuentes gubernamentales oficiales”
El pasado 27 de enero, la cuenta oficial de Google en X (antes Twitter) adelantó que la denominación podría cambiar en ciertas regiones, confirmando la actualización en su plataforma poco después. La Casa Blanca celebró la decisión con una publicación en redes sociales donde mostró un video de Google Maps con la nueva designación y el nombre del golfo tachado y reemplazado por “Golfo de América”, seguido de la firma del presidente Trump.
En un comunicado oficial, el mandatario estadounidense enfatizó la relevancia de esta acción: “Hoy hago mi primera visita al Golfo de América desde que se le cambió el nombre. Mientras mi Administración restaura el orgullo estadounidense por la historia de la grandeza de nuestra nación, es apropiado que celebremos esta ocasión trascendental”. Como parte de esta iniciativa, la orden ejecutiva también establece que a partir de ahora, el 9 de febrero será reconocido como el Día del Golfo de América en EE.UU.
El anuncio ha generado fuertes reacciones internacionales. El Gobierno de México ha manifestado su desacuerdo con la medida y envió una carta al CEO de Google, Sundar Pichai, solicitando la corrección del nombre en su plataforma, señalando que el cambio es “erróneo y carece de validez histórica”. La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, también expresó su postura en contra, asegurando que ha solicitado una revisión a Google y a otras empresas tecnológicas para que mantengan el nombre original en sus plataformas a nivel global.
A pesar de la controversia, la medida ya ha comenzado a reflejarse en diferentes espacios digitales, incluyendo Wikipedia, donde el término “Golfo de América” aparece mencionado en ciertos artículos. Sin embargo, diversas empresas tecnológicas han asegurado que seguirán reconociendo el nombre histórico en sus versiones para el resto del mundo.
El cambio de nombre del Golfo de México es visto por analistas como parte de la estrategia política de Donald Trump de cara a un eventual proceso electoral, buscando reforzar un mensaje de patriotismo y soberanía en su base de votantes. La decisión podría tener repercusiones diplomáticas entre Estados Unidos y México, aunque aún no se han anunciado medidas oficiales por parte del Gobierno mexicano.
Con el respaldo del Gobierno de EE.UU. y la implementación en Google Maps, el Golfo de América podría convertirse en un nuevo punto de fricción en las relaciones bilaterales entre ambos países, sumando un nuevo capítulo a la ya compleja dinámica política entre Washington y Ciudad de México.