“Fue un discurso como el que se esperaba, atacando a Trump. Creo que es muy importante para Biden no dejarse imponer una agenda por Trump, que está en el ojo de todos los medios por cosas buenas y malas, bien sea por lo jurídico, por las acusaciones en su contra o por sus polémicas más allá de lo legal, que es básicamente lo que él quiere. Entonces, creo que para Biden era importante responder”.
Así, el politólogo internacionalista Mauricio Jaramillo analiza el Discurso del Estado de la Unión que pronunció el Mandatario estadounidense el jueves, en medio de los resultados del supermartes, que prometieron un gran duelo en las presidenciales de noviembre con el expresidente republicano.
Para el analista, sin embargo, uno de los fuertes de Joe Biden, como lo evidenció en el discurso y sería uno de sus puntos a favor en la contienda electoral, es la recuperación económica, “pues recibió una economía en franco declive por el covid y para los gringos, y eso lo sabe Biden, lo más importante a la hora de votar es la economía”.
De lo dicho el jueves por el Presidente ante el Congreso de su país, Jaramillo también destaca dos temas ‘gelatinosos’: “Uno es el de la migración, el asesinato de un estudiante en Georgia por parte de un documentado irregular tensó la cuerda y habló de un tema que muy seguramente para los demócratas es complejo, que es el de la migración”.
Dice que si bien el primer punto es la economía, la seguridad también, “y me parece que a los demócratas les va a quedar difícil justificar ese tema y obviamente el de la política exterior, que no es tan importante electoralmente, pero en las costas puede llegar a jugar un papel importante, y tiene que ver con Gaza y Ucrania”.
Y agrega que “es evidente que Biden quería aprovechar esa idea para mandarle un guiño a los demócratas, que están pidiéndole un alto al fuego, separarse de los republicanos que quieren apoyar a Israel a cualquier precio y mantener el discurso de solidaridad con Ucrania, atacando a Trump, que ha dicho que es una estrategia muy costosa en la que se ha logrado muy poco”.
Sobre el supermartes
Con respecto a las conclusiones que dejó el supermartes, politólogos consultados por la Agencia AFP coinciden en que la principal es que, como se esperaba, las primarias determinaron una serie de victorias contundentes para Donald Trump, que le otorgan una ventaja definitiva para la nominación de su partido de cara a noviembre.
El expresidente aplastó a su rival Nikki Haley, ganando casi todos los quince estados en juego, según las proyecciones de los medios de comunicación estadounidenses.
Prueba de ello es que el magnate ni siquiera se tomó la molestia de mencionarla durante su discurso. “Lo único que parece interesarle es el duelo contra Joe Biden”, dijeron.
Trump y el partido
Aunque ganó en todos los estados, con excepción de Vermont, el magnate se ve obligado a ampliar su base electoral y no parece que vaya a ser fácil.
Los votos de sus simpatizantes son insuficientes para ganar en un puñado de estados que decidirán el resultado de las elecciones. Necesita a los republicanos moderados y a los independientes. Las encuestas a pie de urna sugieren que no será sencillo.
En Carolina del Norte, por ejemplo, el 66 % de los votantes de Nikki Haley cree que el millonario no está preparado mental ni físicamente para ser Presidente, según una encuesta de CNN. Y el 81 % de ellos adelantó que no apoyará automáticamente al ganador de las primarias del partido. Es un porcentaje importante.
Donald Trump “debería preocuparse por la unidad del Partido Republicano”, afirma Karl Rove, un consultor de ese partido.
Biden y Gaza
El presidente Joe Biden no tiene a un rival serio en estas primarias, pero hay obstáculos en su camino.
En primer lugar, continúa una campaña que reclama que actúe para establecer un alto el fuego inmediato en Gaza y que deje de apoyar a Israel. Lo hacen pidiendo el voto en blanco.
Después del gran éxito que obtuvo en Michigan la semana pasada, más de 40.000 personas votaron en blanco el martes en Minnesota, uno de los estados con mayor proporción de musulmanes en el país. Alrededor del 20 % de electores se decantó por el voto en blanco en este estado.
El segundo escollo ha sido simbólico. Un empresario prácticamente desconocido, Jason Palmer, le derrotó en las primarias en la Samoa Americana, un archipiélago del Pacífico.
Lo cierto es que ahora el principal objetivo tanto de Biden, de 81 años, como de su adversario, de 77, será ganarse a los republicanos moderados, partidarios de Haley, la única rival de Donald Trump que se retiró sin pedir el voto por su exjefe.