Estados Unidos llamó este martes desde la ONU a más países a sumarse a sus sanciones contra responsables del Gobierno venezolano y a aumentar la presión para lograr la salida de Nicolás Maduro del poder.
"Los venezolanos necesitan nuestra solidaridad y nuestra ayuda para poder imponerse frente al despiadado y violento régimen, salir en democracia y empezar a reconstruir su país", dijo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams.
En su discurso, Abrams pidió a otros países que se sumen al suyo y sancionen a "aquellos involucrados en la violencia del pasado fin de semana" y que aporten más ayuda humanitaria para el país.
En ese sentido, insistió en que Naciones Unidas no debe facilitar asistencia para la población a través del Gobierno, porque "la cleptocracia de Maduro robará parte y malversará el resto para reforzar su control sobre el poder".
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Abrams se expresó también en contra de los llamamientos al diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela, como los que repite el secretario general de la ONU, António Guterres.
"Pregunten a Jorge Ramos de Univision sobre el valor del diálogo con Nicolás Maduro", dijo Abrams en referencia al equipo de televisión retenido durante una entrevista al líder venezolano y luego deportado.
Abrams explicó que EE.UU. pidió la reunión del Consejo de Seguridad en respuesta a la negativa de Maduro a aceptar ayuda humanitaria y a los choques violentos de este sábado.
"Esas acciones mostraron otra vez las verdaderas intenciones y naturaleza del régimen de Maduro. Bandas armadas, matones y criminales liberados de prisiones fueron movilizados para controlar la frontera. Sus acciones llevaron a la quema de ayuda humanitaria en vez de a su protección", señaló.
Abrams denunció que la actuación de las fuerzas del Gobierno dejó la muerte de cuatro personas y más de 80 heridos, insistiendo en que son las únicas que han optado por la violencia.
En ese sentido, se mostró "profundamente preocupado" por la seguridad del autoproclamado presidente, Juan Guaidó, a su regreso a Venezuela.
Según Abrams, la salida a la crisis pasa por unas elecciones "libres, justas y transparentes", por lo que pidió a toda la comunidad internacional trabajar para presionar a Maduro y hacer que deje el poder de forma pacífica.
Venezuela vive una situación de inestabilidad política desde el 10 de enero, cuando Nicolás Maduro volvió a tomar posesión del cargo de presidente tras imponerse en las elecciones de mayo pasado, no reconocidas por parte de la comunidad internacional.
El 23 de enero el opositor Juan Guaidó invocó varios artículos de la Constitución venezolana para defender que, como jefe del Parlamento, podía declararse presidente interino del país al considerar "ilegítima" la toma de posesión de Maduro.