El relato de una mujer que decidió rehacer su vida junto a su cuñado, después de la trágica muerte de su esposo, ha conmocionado a muchos en las redes sociales. Se trata de Kaitlin Norton, de 30 años y originaria de New Hampshire, Estados Unidos, quien reveló que su cuñado, Rory Smith, se convirtió en un apoyo fundamental en su proceso de duelo.

La vida de Kaitlin cambió drásticamente cuando su esposo, Aaron Smith, falleció a los 22 años debido a una sobredosis por consumo de sustancias pscoactivas. La pareja había luchado contra la adicción durante años después de que se habían sumergido en actividades ilícitas para financiar su consumo. Sin embargo, Aaron tuvo una trágica recaída que le costó la vida.

De acuerdo con Kaitlin, ella y Aaron solían ser adictos a las sustancias psicoactivas. | Foto: El País

En medio de la devastación, Kaitlin afirma que encontró consuelo en la voz de Rory, el hermano mayor de su difunto esposo y compañero de consumo. Según ella, la voz de Rory le recordaba mucho a Aaron y eso le brindaba un gran consuelo en su dolor, por lo que poco a poco, ambos empezaron a sentir una atracción mutua y decidieron explorar sus sentimientos.

Fue así como Rory se convirtió en el pilar de apoyo de Kaitlin durante su proceso de rehabilitación y fue gracias a él, según dice, que logró superar su adicción a las drogas. Juntos, enfrentaron la pérdida y encontraron la fuerza para continuar con sus vidas. Luego de tres años de relación, tomaron la valiente decisión de revelar su romance a la familia.

La noticia, como era de esperarse, no fue muy bien recibida por los demás integrantes. No obstante, la pareja enfrentó las críticas y el rechazo por parte de personas cercanas y continuaron con su romance. Muchos no pudieron aceptar el hecho de que Kaitlin estuviera saliendo con el hermano mayor de su difunto marido, por lo que se presentaron divisiones y tensiones en el seno del hogar.

A pesar de las adversidades, Kaitlin y Rory decidieron mantenerse firmes en su amor y continuar con su relación. Ambos encontraron en su vínculo una segunda oportunidad para la felicidad y la construcción de una nueva familia. Hoy por hoy, luego de siete años, tienen dos hijos en común, consolidando así su compromiso mutuo.

Luego de tres años saliendo, Kaitlin y Rory decidieron enfrentarse a sus familiares. | Foto: Getty Images

La historia de Kaitlin y Rory se conoció por medio del canal de videos Trully, posteriormente se hizo viral en las redes sociales, generando debates y opiniones encontradas. De acuerdo con la protagonista de esta historia, la madre de Aaron y Rory, es decir, su suegra, terminó aceptando la relación, aunque, asegura que siempre tiene sentimientos encontrados al pensar en cómo se sentiría su hijo fallecido al respecto.

Mientras algunos aplauden su valentía para enfrentar el estigma y buscar su felicidad, otros critican la relación por considerarla inapropiada o moralmente cuestionable.

Por su lado, la pareja ha decidido no dejarse afectar por los comentarios negativos y se enfoca en su amor y en el bienestar de su unión. Ambos manifiestan que han superado grandes obstáculos y encuentran en su relación un refugio de amor y apoyo mutuo.

La vida sigue su curso y, en ocasiones, sorprende con historias que desafían los convencionalismos sociales. En este caso, Kaitlin y Rory han encontrado en su amor una forma de sanar heridas y comenzar una nueva etapa juntos.

En las plataformas se encontraron todo tipo de comentarios. Uno de ellos decía: “Me casé. Tuve un bebé. 15 meses después mi marido fue asesinado. Nunca conocí a su hermano hasta su funeral. Prometió a su hermano que cuidaría de nosotros si le pasaba algo. Se mudó para ayudarme a criar a mi hijo y compartir las facturas. Lloramos juntos. Nos enamoramos. Éramos felices. Nuestras familias destruyeron cualquier oportunidad que tuviéramos de ser una pareja. Les deseo lo mejor a estos dos”.

Otro usuario escribió: “Me parece raro que el hermano le diga a su sobrino: ‘Sé que soy tu tío, pero me encantaría que me llamaras papá'. Creo que es una pregunta capciosa para un niño pequeño en duelo y no se le debería animar a decirlo a menos que lo haga de forma natural”.