La reunión sin precedentes en la historia de la Iglesia en la que la jerarquía eclesial afrontará desde mañana el tema de los abusos a menores prevé que los obispos finalmente se den cuenta de su responsabilidad y que también rindan cuentas de sus errores.
El papa Francisco explicó, en el vuelo de regreso de su reciente viaje a Panamá, que había convocado este encuentro para que los obispos "sean conscientes del drama y del sufrimiento de las víctimas de abuso" y que "esa conciencia suscitará un fuerte sentido de responsabilidad por parte de cada obispo, por parte del episcopado en general y por parte de toda la comunidad eclesial".
Por ello, el pontífice ha convocado, entre mañana y el domingo, a los presidentes de 114 conferencias episcopales de todo el mundo, 14 representantes de las Iglesias católicas orientales, 12 superiores generales de instituciones y 10 superioras de instituciones femeninas, 10 prefectos de dicasterios vaticanos y otros obispos y expertos, en total 190 personas.
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El primer día del encuentro, el tema principal a tratar será la responsabilidad de los obispos en su tarea pastoral, espiritual y jurídica y en las jornadas posteriores se abordará sobre todo la "rendición de cuentas" y se discutirá las soluciones que deben adoptarse de acuerdo con el Derecho Canónico, para concluir con el compromiso de transparencia en los procedimientos internos de la Iglesia.
Durante los días de reunión, se presentarán tres exposiciones diarias, tres de ellas por mujeres, dos laicas y una religiosa, a las que seguirán preguntas y respuestas por la mañana y trabajos de grupo por las tardes.
Además, habrá lugar para testimonios de víctimas y momentos de oración en apertura y cierre de las jornadas.
Tanto el papa como los organizadores han reiterado que hay que reducir las expectativas sobre la cita, pues el problema no se acaba en estos días.
Uno de los miembros del comité organizador, el cardenal y arzobispo de Chicago, Blase J. Cupich, señaló durante la presentación de la cumbre que lo que se espera es "nuevo albor en lo que respecta a la transparencia".
El purpurado puntualizó que los obispos presentes, sobre todos los presidentes de las conferencias episcopales, "deben comprender claramente cuáles son sus responsabilidades" para evitar que "se repita lo acaecido en el pasado".
En las horas previas a la reunión, también surgió el asunto de la homosexualidad en los clérigos, pues que la mayoría de los abusados son varones, pero diferentes eclesiásticos como Cupich han rechazado completamente esta explicación.
Durante las jornadas, habrá dos momentos en los que las víctimas podrán ser escuchadas: se emitirá un vídeo con el testimonio de cinco de ellas al inicio y, en cada uno de los momentos de oración vespertina, uno de ellos presentará su testimonio.
El nombre y número de las víctimas que participarán no han sido facilitados por razones de privacidad.
Para dar continuidad a las reflexiones y propuestas de los participantes, poco después del encuentro el Comité organizador se reunirá con los prefectos de los distintos dicasterios vaticanos competentes en las materias tratadas.
"El objetivo de esa reunión será identificar las propuestas presentadas durante el encuentro y las tareas que han de llevarse a cabo para que esas propuestas puedan ponerse en práctica sin dilaciones", explicó el Vaticano.