La situación de Siria, que ya completa siete años en guerra, no solo ha afectado a ciudades como Alepo y Damasco. Los combates también se viven en el sur del país, donde se han intensificados los enfrentamientos entre los rebeldes y el régimen de Bashar al Assad.

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Omar Obeid trabaja como coordinador de uno de los proyectos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el sur de Siria. Pero por las condiciones de seguridad desde hace 14 meses debe dirigir su trabajo de esta ONG desde el exterior.

De acuerdo con Obeid, a medida que se incrementan los bombardeos y ataques, los hospitales y las estructuras médicas en el área se han visto obligados a anunciar su cierre para evitar ser atacados.

La organización médico humanitaria Médicos Sin Fronteras apoya a varios hospitales en el sur de Siria, sin embargo, la capacidad actual de estos centros de salud se está reduciendo, ya que la mayoría son incapaces de responder a las cirugías especializadas que necesitan los heridos de guerra.

¿Qué está pasando en el sur de Siria?

Desde mediados de febrero, en gran parte después de las conversaciones de paz de Astana, la ciudad de Daraa ha quedado vacía prácticamente. Entre 25.000 y 35.000 personas han sido desplazadas, debido a la intensificación de los combates, los bombardeos en la ciudad y las hostilidades en el valle cercano de Yarmouk. Aquellos que han huido se han refugiado en tierras destinadas al cultivo, ubicadas en el sureste de la ciudad de Daraa con muy pocas pertenencias o fuentes de apoyo. Desde el valle de Yarmouk hasta el oeste, alrededor de la zona de Ash-Shajara, hay aproximadamente 2.000 familias desplazadas –entre 8000 y 10.000 personas–.

¿Cómo se ve la situación humanitaria?

Estamos hablando de una guerra donde la población civil es blanco de ataques. Sus casas, colegios, tiendas, hospitales y otras estructuras médicas son predeciblemente bombardeados, especialmente cuando los combates aumentan.

La mayoría de las familias desplazadas van a las ciudades vecinas donde los acogen otras familias. Pero debido a que el desplazamiento ha estado en curso desde el año pasado –cuando estallaron combates similares en las áreas de Sheikh Miskin y Atman, y se dio el desplazamiento de Dael e Ibtaa a comienzos del año– la situación de la población ya afectada continúa deteriorándose. Ahora, nosotros comenzamos a ver gente durmiendo en las calles y en las tierras destinadas al cultivo. Las tiendas improvisadas apenas pueden satisfacer el refugio, el agua, o las necesidades higiénicas de las familias.

¿Cuáles son las necesidades en el terreno con la lucha en el sur de Siria?

Con la lucha continua, la mayor preocupación en este momento es la protección de la población vulnerable y sus necesidades de vivienda adecuada. Hay pocos campamentos formales en el área de Daraa, y a pesar de los esfuerzos concertados todavía no se han cumplido las necesidades de refugio adecuadas para la población desplazada.

Muchos caminos también han sido cortados o parcialmente cerrados, debido al conflicto y al peligro que se percibe para usarlos, desde el oeste de Daraa hasta el este, por ejemplo. Estas dificultades de acceso por carretera limitan el acceso a todo tipo de asistencia.

En cuanto a las necesidades de salud, aunque MSF y las otras organizaciones han tratado de anticiparse a periodos de mayor violencia, los hospitales y las instalaciones médicas en el sur, en su conjunto, siguen siendo insuficientes y carecen de fondos suficientes.

¿Cuáles son esos problemas en la atención?

La falta de acceso a una atención sanitaria de calidad en Siria del sur, así como a lo largo de la frontera con Jordania, dificulta la atención quirúrgica especializada, como politraumatismos e intervención altamente compleja.

En marzo hubo un aumento de la cantidad de heridos de guerra permitidos en Jordania para tal cuidado, lo que significa que todavía está lejos de cubrir la escala de las necesidades que se presentan en el terreno.

Frente a esas condiciones en el sur de Siria ¿Qué está haciendo MSF?

La frágil situación en Siria como resultado de la guerra -incluyendo los bombardeos y la siempre presente amenaza de ataques- no sólo niega a la población el acceso a las instalaciones médicas, sino que también afecta el alcance y la eficacia de la atención médica que todavía se puede proporcionar. Actualmente, apoyamos algunas estructuras hospitalarias.

Los proyectos de apoyo consisten en donaciones de equipo médico esencial y material de socorro, capacitación a distancia para el personal dentro de Siria y otros apoyos para mantener las instalaciones a flote en estas terribles condiciones.

En las últimas seis semanas, la Gobernación de Daraa en Siria ha visto una oleada de 30.000 desplazados internos. Distribuimos artículos de socorro en dos áreas, ambas están en la primera línea del conflicto. Cuando los enfrentamientos en Daraa se intensificaron, donamos una serie de estos kits a la ciudad de Dara y Nassib. Sin embargo, el camino entre el este y el oeste de la gobernación de Dara puede ser cortado.

Así como una respuesta de MSF planea apoyar un centro de referencia del banco de sangre en un área cercana, también hemos pre-colocado los kits de emergencia y cirugía en algunos centros de salud.

*Artículo de Médicos Sin Fronteras / Especial para El País