Los españoles se preparaban este domingo para reencontrarse con familiares y amigos el lunes, cuando la mitad del país inicia el desconfinamiento, en momentos en que los decesos diarios por coronavirus cayeron a su menor nivel en casi ocho semanas.
Tras haber estado bajo uno de los confinamientos más estrictos de Europa desde el 14 de marzo, la mitad de los 47 millones de españoles entrarán el lunes en la fase 1 del desmontaje de esa medida tomada para evitar los contagios en uno de los países más golpeados por el nuevo coronavirus.
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La primera fase, de la que quedaron excluidas Madrid y Barcelona por su alto nivel de casos, permite reuniones sociales de hasta 10 personas e incluye la reapertura, con aforo limitado, de negocios, museos y terrazas de bares y restaurantes.
"Lo primero que voy a hacer y lo que más echo de menos, es organizar una cena en casa con mis amigos, aunque seamos pocos y tengamos que mantener las distancias", dijo a la AFP Olegario Yáñez, un trabajador de la banca privada de 41 años, quien vive en Linares, provincia de Jaén (sur).
"Lo que más me apetece hacer es que vengan a comer a casa mi hijo y mi nuera. Echaba de menos no poder quedar con ellos y con mis amigas", dice de su lado Marta González, funcionaria de 58 años, en Vigo, Galicia (noroeste). "Creo que estamos preparados", afirmó.
El gobierno anunció una desescalada por etapas que se prolongará hasta fines de junio, luego de que el confinamiento logró disminuir considerablemente los contagios.
En las últimas 24 horas, según el reporte del Ministerio de Sanidad, hubo 143 fallecidos, la menor cifra desde el 18 de marzo y muy por debajo del máximo registrado a inicios de abril, 950 un solo día.
En España, la pandemia ha dejado 26.621 fallecidos y se han contabilizado oficialmente 224.390 casos.
No obstante, el avance de los contagios se redujo a alrededor de un 0,5% diario, destacó en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa. "Son cifras positivas", resumió.
En línea con el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, quien el sábado pidió "cautela" ante un virus todavía "al acecho", Illa destacó que "la prudencia va a ser la guía de actuación en la desescalada".
"Entendemos la decepción de los sitios que aun deben permanecer en fase 0", pero "lo grave sería alejarse del criterio sanitario y dejarse llevar por consideraciones de tipo político o de otra índole", dijo la portavoz del gobierno, María Jesús Montero, ante las quejas de algunas regiones como Madrid o Valencia, que todavía no pasan a la fase 1.
"Correr más de lo que podemos nos puede devolver a esa casilla de salida", advirtió Montero.