El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, discutió el sábado con los gobernantes de Francia, Alemania y Reino Unido la crisis que se registra en Rusia por una rebelión del grupo paramilitar Wagner, en una conversación en la que coincidieron en mantener el apoyo incondicional de los aliados a Ucrania.
Según un comunicado de la Casa Blanca, Biden habló por teléfono con el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, sobre “la situación en Rusia”.
Los líderes “afirmaron su apoyo inquebrantable a Ucrania”, agregó el comunicado de la Casa Blanca.
En Moscú, el presidente Vladimir Putin enfrenta la mayor amenaza a su gobierno hasta el momento pues efectivos del grupo de mercenarios Wagner se rebelaron y avanzaban hacia la capital rusa después de tomar una base militar clave en territorio ruso.
Un portavoz de la Casa Blanca también dijo que Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados por su equipo de seguridad nacional el sábado por la mañana sobre esta crisis rusa.
Ucranianos “felices” por la rebelión
Los habitantes de Kiev afirman sentirse “muy felices” por la rebelión de la milicia rusa Wagner y confían en que ese motín debilite a las tropas rusas y favorezca la contraofensiva para recuperar territorios perdidos desde el inicio de la guerra.
“Esperaba algo, pero no tan rápido y no aquí. Pensé que todo comenzaría después del final de la guerra, pero comenzó antes y es algo muy bueno”, asegura Ilya Tsvirkoun, de 21 años, entrevistado por la AFP en el centro de la capital.
El presidente ruso, Vladimir Putin, “va a tener que retirar algunas tropas porque necesitará ayuda allí y de repente será más fácil para” las fuerzas ucranianas, estima el joven.
Las tropas de Kiev iniciaron a principios de junio una ofensiva en el sur y el este del país para liberar territorios ocupados por Rusia.
Otro residente de Kiev, Bogdan Teodorovski, de 19 años, considera “muy divertido” que el jefe de la milicia Wagner Yevgueni Prigozhin se rebelara contra las tropas regulares rusas.
“Todo lo que tenemos que hacer es observar la batalla entre el ejército ruso y el grupo Wagner. Espero que nos dejen en paz y se enfrenten entre sí”, dice a la AFP.
María, de 22 años, pensó primero “que se trataba de una especie de acuerdo entre el ministerio de Defensa (de Rusia) y Wagner, para desviar la atención de nuestra contraofensiva y reforzar sus efectivos”, explica.
También cree que “esto afectará a los combates, porque sabemos que la región de Bajmut estaba dominada por Wagner y que se consideraba peligrosa para nuestras tropas”.
La batalla continúa alrededor de Bajmut, ciudad en el este del país cuya toma fue reivindicada el 20 de mayo por los hombres del grupo Wagner, al precio de innumerables pérdidas en ambos campos después de una decena de meses de combates.
Desde entonces, los paramilitares se han retirado de la zona, dejando su lugar al ejército regular ruso, dando a los ucranianos la oportunidad de atacar los flancos de la ciudad.
“Las tropas de Wagner han comenzado su ofensiva, y van a llegar a Moscú”, predice por su parte Mijailo, de 50 años, diciéndose “muy feliz de que haya sucedido”.
“Creo que nuestras fuerzas armadas tienen todas las posibilidades de triunfar. Creo que la rebelión de Wagner debilitará a las tropas rusas y a las fuerzas políticas internas de Rusia. Es fantástico”, añade.
Olga, de 45 años, espera que el conflicto entre el grupo Wagner y el ejército ruso “ponga fin a esta guerra, a nuestra miseria y a nuestro sufrimiento”.
En la noche del viernes al sábado, tres personas murieron y once resultaron heridas en la capital ucraniana durante una nueva ola de ataques aéreos rusos contra varios objetivos en todo el país.