El expresidente de Surinam, Desi Bouterse, descartó presentarse este viernes a prisión para cumplir una condena “política” de 20 años por la masacre de opositores en 1982.
Un alto tribunal ratificó en diciembre la sentencia en un proceso que se extendió por 16 años.
“No”, respondió Ingrid Bouterse al ser consultada sobre si su esposo, el ex sargento del Ejército, se entregaría a las autoridades. “Este es un proceso político, por lo que le estamos dando una respuesta política”.
El propio Bouterse tildó siempre de “juicio político” el proceso en su contra y ha acusado a Países Bajos, la antigua potencia colonial, de conspirar contra él.
“Bouterse ha dicho que no se reportará en prisión. El partido lo apoya totalmente”, dijo por su parte Ramón Abrahams, amigo cercano del expresidente y vicepresidente del Partido Nacional Democrático (NDP) que fundó.
El Ministerio Público informó en un comunicado que “ha iniciado una investigación respecto a los condenados (...) que no se han presentado en el centro penitenciario según la orden de ejecución de penas dictada”.
“Seguiremos en batalla”
A las afueras de su casa en Paramaribo, unos 200 seguidores se congregaron en la mañana para brindar apoyo.
“¡Hoy, mañana, seguiremos en batalla!”, gritaban.
Ingrid Bouterse aseguró que a su esposo se le “concedió amnistía” en 2012 por la ejecución en diciembre de 1982 de abogados, periodistas, empresarios y militares presos. Fue una decisión del Parlamento tomada cuando aún era el presidente del país, pero que no impidió a la justicia seguir su curso.
Desi Bouterse llegó al poder con 34 siendo un sargento mayor del Ejército. Se retiró en 1987 bajo la presión internacional, pero volvió al poder en 1990 tras un segundo golpe, esta vez sin derramamiento de sangre.
Dejó el cargo un año más tarde, y luego fue elegido presidente en 2010 y gobernó hasta 2020.
El juicio contra Bouterse comenzó en 2007 y se extendió por 12 años hasta su condena en rebeldía en 2019, pues nunca compareció. El exmandatario logró que la justicia reconsiderara el caso en enero de 2020, pero un año después ratificó la sentencia.
El fallo de diciembre pasado fue el último recurso para apelar. Aún puede solicitar un indulto presidencial, aunque según la fiscalía el propio expresidente había descartado esa opción.
El ministerio de Justicia informó que construía una celda de detención aislada para Bouterse en el complejo del Hospital Militar de Surinam, a unos 10 minutos del centro de la capital. Las instalaciones se encuentran frente a un hospital, en caso de que requiera tratamiento médico inmediato.
Otros tres condenados en este caso se entregaron el viernes en el Centro Penitenciario Santo Boma, a la afueras de Paramaribo. Un exguardaespaldas de Bouterse, también condenado, tampoco se presentó.
“Está bien donde está”
Abrahams dijo más temprano a la AFP que el aún muy popular político de 78 años “está bien donde está”.
“Puedo decir que está entre el océano Atlántico, la sierra de Tumucumaque, el río Corentyne y el río Maroni”, declaró, mencionando los límites geográficos de Surinam. “Eso me dijo”.
“Mis últimas palabras para Bouterse fueron: Desi, cuídate, mantente sano porque volverás con más fuerza (...), no tememos a ninguna lucha porque Dios es nuestro líder”, señaló Abrahams a los presentes en la casa de Bouterse.
“Les pido no solo a mantener la cabeza fría, sino también a prestar mucha atención a lo que ocurrirá en los próximos días”, añadió.
Poco antes de la condena, Bouterse pidió a su militancia “no sembrar el caos”.
“Aguantaremos hasta las elecciones de 2025″, señaló a mediados de diciembre, aunque advirtió que “las cosas se pueden salir de control”.
Con información de AFP