El gobierno francés reafirmó este martes su “firme” oposición al acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur “en su forma actual”, durante un debate en la Asamblea Nacional (cámara baja) mientras continúan las protestas agrícolas.
Según aseguró la ministra de Agricultura, Annie Genevard, Francia rechaza “plena y decididamente” al acuerdo “en su forma actual”, y aseguró que dicha oposición “firme” no tiene nada de “doctrinario”, pues no se oponen “por principio” a los acuerdos de libre comercio.
Toda la clase política en Francia, desde la izquierda radical a la extrema derecha, expresó su oposición al acuerdo en negociación entre los 27 países de la UE y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, por parte del Mercosur, pero con matices.
Ante el malestar del sector agrícola, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el gobierno formado entre su alianza de centroderecha y el partido de derecha Los Republicanos (LR) reiteraron en las últimas semanas que se oponen a la versión del acuerdo “en su forma actual”.
Pero una buena parte de la izquierda y la extrema derecha se oponen a esta formulación, lo que siembra de incertidumbre el esperado voto unánime a una declaración de la Asamblea que busca aumentar la presión sobre la Comisión Europea.
“¿Tomaríamos la ganadería brasileña como modelo? Para la Agrupación Nacional, hoy como ayer, siempre será no”, dijo la diputada ultraderechista, Hélène Laporte, criticando por ejemplo el uso de antibióticos como promotores de crecimiento.
El ejecutivo comunitario, dirigido actualmente por Ursula Von der Leyen, negocia en nombre de los países europeos desde hace más de dos décadas, y Alemania y España presionan para que concluya un pacto con el Mercosur para finales de año.
Pero esto genera temor entre los agricultores europeos, que temen la llegada masiva de carne de res, de aves de corral o de azúcar, entre otros productos y por este motivo en Francia, sacaron de nuevo este martes los tractores a las carreteras para protestar.
“Nuestra supervivencia está en juego”, aseguró el ganadero Jérôme Bayle, una de las figuras de la masiva movilización de enero, en la Asamblea Nacional horas antes del debate, pidiendo a Macron “medidas enérgicas”.