Al menos 50 inmigrantes, entre ellos, mujeres y niños, han sido desalojados por la policía francesa en el marco de un operativo para despejar la plaza frente al Ayuntamiento de París.
De acuerdo con varios medios de comunicación, el gobierno francés subió a estas personas a múltiples autobuses y las envió a un alojamiento temporal organizado por el gobierno local en el pueblo de Besançon, al este de Francia.
A propósito, varios de los desalojados aseguran que esta acción está relacionada con la celebración de los Juegos Olímpicos, pues solo faltan 10 días para que estos inicien.
Sobre el desplazo, los inmigrantes relataron que el gobierno les prometió alojamiento en otros lugares, pero esto solo sería para que terminaran viviendo en calles desconocidas lejos de sus asentamientos anteriores o incluso siendo señalados para deportación.
Lo que dicen los inmigrantes
El diario estadounidense The New York Times, logró recopilar algunas de las voces de los inmigrantes frente a lo sucedido, y varios coinciden en que esta decisión está basada en los Juegos Olimpicos.
“Nos expulsaron a causa de los Juegos Olímpicos”, dijo Mohamed Ibrahim, de Chad, quien fue desalojado de una fábrica de cemento abandonada cerca de la Villa Olímpica. Se trasladó a un edificio vacío al sur de París, del que la policía desalojó a los residentes en abril. Un autobús los llevó dos horas al suroeste, a un pueblo a las afueras de Orleans.
“Te dan un billete al azar”, dijo Oumar Alamine, de la República Centroafricana, quien iba en ese autobús. “Si es un billete a Orleans, vas a Orleans”.
El diario también habría intentado obtener la postura de los funcionarios del gobierno francés frente a lo sucedido, sin embargo, estos se habrían negado. Aun así, señalaron que se trata de un programa voluntario destinado a aliviar la escasez de viviendas de emergencia de París.
“El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha prometido que los Juegos Olímpicos mostrarán la grandeza del país. Pero la Villa Olímpica se construyó en uno de los suburbios más empobrecidos de París, donde miles de personas viven en campamentos callejeros, refugios o edificios abandonados”, relató el The New York Times.