El secretario general de la ONU advirtió este jueves del riesgo de "catástrofe" en la central de Zaporiyia en Ucrania, antes de una reunión del Consejo de Seguridad sobre esta planta nuclear que rusos y ucranianos se acusan mutuamente de haber bombardeado.
"Lamentablemente, en lugar de una desescalada, en los últimos días ha habido informaciones de incidentes profundamente preocupantes que, de proseguir, podrían llevar a un catástrofe", dijo Antonio Guterres en un comunicado.
El jefe de las Naciones Unidas instó a un cese "de inmediato" de las "actividades militares" en los alrededores de la planta, la más grande de su tipo en Europa, así como la retirada del personal militar y equipos de las instalaciones ocupadas por Rusia desde la invasión a Ucrania en febrero.
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"El sitio no debe ser usado en el marco de operaciones militares", zanjó antes de urgir un acuerdo a "nivel técnico" que desmilitarice un perímetro de seguridad alrededor de la planta.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne este jueves de urgencia para analizar la situación en la central de Zaporiyia, que la semana pasada fue objeto de bombardeos de los cuales Moscú y Kieve se culparon mutuamente.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), regulador de seguridad nuclear de la ONU, Rafael Grossi, informará al Consejo de Seguridad sobre la situación en esa instalación.
En este sentido, Guterres pidió el acceso "inmediato, seguro y sin restricciones" a la planta de una misión de la OIEA.
"Tenemos que tener claro que cualquier daño potencial de Zaporiyia o cualquier otra planta nuclear en Ucrania, o en otra parte, podría acarrear consecuencias catastróficas no solo en los alrededores sino en la región y más allá".
"Esto es completamente inaceptable", concluyó.
Los bombardeos continuaron durante el miércoles por la noche en la línea del frente en Ucrania, incluso no lejos de la central de Zaporiyia.
La planta, situada cerca de la ciudad de Energodar, a orillas del río Dnieper, dispone de seis de los 15 reactores ucranianos, capaces de suministrar energía a cuatro millones de hogares.