El informe preliminar del comité de investigación de la Cámara de Representantes de Texas sobre la masacre en la escuela de Uvalde ha denunciado "deficiencias y fallos sistémicos" de las fuerzas de seguridad en su intervención para poner fin a la matanza que se saldó con la muerte de 19 niños y dos profesores, en medio de "un enfoque general indiferente" hacia la gravedad de la situación.
"No hay nadie, al margen del tirador, a quien podamos atribuir malicia o malas intenciones, pero hemos encontrado en cambio fallos sistémicos y un proceso de toma de decisiones extremadamente malo", según el documento, de 80 páginas, en poder en los medios estadounidenses.
La masacre de Uvalde ha sacudido a buena parte de la sociedad estadounidense, que ha criticado la lentitud de la respuesta policial a la masacre de mayo en la escuela primaria Robb; una sensación acrecentada por las imágenes del video de vigilancia de pasillo dela escuela publicadas esta semana por 'Austin American-Statesman', que muestran a los agentes a la espera de acontecimientos mientras el joven de 18 años Salvador Rolando Ramos abatía a los pequeños, de entre ocho y diez años.
El informe describe una caótica escena en la que casi 380 agentes de hasta seis cuerpos diferentes de seguridad -- Policía, Patrulla Fronteriza, Oficina del Sheriff o fuerzas de intervención táctica especiales, entre otros -- llegaron a concentrarse en torno a la escuela o en su interior sin intervenir para impedir la matanza.
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"En esta crisis, ningún agente tomó la iniciativa de establecer un puesto de comando de incidentes", escribió el comité. "A pesar de una atmósfera obvia de caos, los oficiales de alto rango de otras agencias que respondieron no se acercaron al jefe de Policía del distrito escolar de Uvalde, Pete Arredondo, ni a ninguna otra persona que se percibiera como al mando para señalar la falta y la necesidad de un puesto de control, o para ofrecer esa asistencia específica", señala el documento.
Arredondo, que defendió en un primer momento la respuesta policial, fue suspendido a finales de junio después de que se confirmara que tenía equipo para haber neutralizado al responsable del tiroteo. También dimitió a principios de julio de su cargo como concejal en el Ayuntamiento de Uvalde.
Sobre la figura de Arredondo, el informe explica que, ya con la matanza en marcha, el oficial se quedó en el pasillo de la escuela, donde carecía de "comunicación fiable con otras fuerzas del orden y no pudo aplicar de manera efectiva el mando y control de la situación". Arredondo no tenía radio consigo, por lo que no estaba al tanto de las conversaciones policiales.
El documento también señala problemas estructurales en la escuela, que tenía "problemas recurrentes con el mantenimiento de sus puertas y cerraduras", antes de indicar que "la mala conectividad de la red Wi-Fi probablemente retrasó la alerta de cierre por amenaza", y no todos los profesores la recibieron de inmediato.
El informe ha sido redactado a partir de semanas de entrevistas a puerta cerrada con más de 40 personas, incluidos testigos y policías que estaban en la escena del tiroteo.
El alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, ha anunciado después de la publicación del documento que el jefe en funciones de la Policía de la ciudad durante la masacre, el teniente Mariano Pargas, también ha sido suspendido.