Redacción de El País y agencia AFP
Israel intensificó este sábado su ofensiva contra el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza, después de que Estados Unidos bloqueara una resolución en la ONU para pedir un cese el fuego de los combates tras más de dos meses de guerra.
Hamás y la Autoridad Palestina, que gobiernan en Gaza y Cisjordania respectivamente, condenaron el veto de Estados Unidos en un momento en que, según el movimiento islamista, 17.487 personas han muerto por la ofensiva israelí, en su mayoría mujeres y menores.
En el sur de Gaza, un bombardeo israelí en Jan Yunis dejó seis muertos y otras cinco personas perecieron en otro ataque en Rafah, afirmó este sábado el Ministerio de Salud de Hamás.
Israel bombardea Gaza desde el 7 de octubre, en respuesta al ataque lanzado por combatientes de Hamás contra su territorio, en el que mataron a cerca de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según las autoridades israelíes. Del total de rehenes, unos 138 siguen cautivos.
La ofensiva, que desde el 27 de octubre incluye operaciones terrestres, ha reducido a escombros este exiguo territorio palestino.
Según la ONU, más de la mitad de las casas quedaron destruidas o dañadas y 1,9 millones de personas, el 85% de la población, está desplazada.
“Hace tanto frío y la carpa es tan pequeña. Lo único que tenemos es la ropa que traigo puesta”, relató Mahmud Abu Rayan, un desplazado procedente Beit Lahia, en el norte de Gaza.
La resolución para pedir un cese el fuego presentada en la ONU fue vetada por Estados Unidos, miembro del Consejo de Seguridad y principal aliado de Israel.
Para el representante adjunto de Estados Unidos en la ONU, Robert Wood, la resolución estaba disociada de la “realidad” y “no hubiera movido ni una aguja en el terreno”.
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, afirmó que un cese el fuego, “podría impedir el colapso de la organización terrorista Hamás, que está cometiendo crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y le hubiera permitido seguir gobernado en la Franja de Gaza”.
Hamás condenó firmemente este sábado la posición estadounidense, calificándola de “inmoral e inhumana”, y dijo que constituye “una participación directa” en las “masacres”.
El primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohamed Shtayyeh, afirmó que la decisión supone “una desgracia” y que “entrega otro cheque en blanco a la ocupación para masacrar, destruir y desplazar”.
Irán advirtió este sábado que el veto de Estados Unidos expone a Oriente Medio al riesgo de una “explosión incontrolable” de la situación.
Pesadilla humanitaria
Israel impone desde el 9 de octubre un asedio casi total a la Franja, lo que impide la llegada de agua, comida, medicamentos y electricidad.
Los bombardeos israelíes sólo cesaron durante la tregua de una semana que entró en vigor el 24 de noviembre, negociada con la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos.
Durante el cese el fuego, Israel y Hamás intercambiaron rehenes por prisioneros palestinos retenidos en cárceles israelíes.
El secretario general de la ONU, António Guterres, invocó el miércoles el artículo 99 de la carta de la organización para convocar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad y aliviar la catastrófica situación en la Franja de Gaza.
Guterres afirmó el viernes que la población de Gaza está cerca de un “abismo” y que vive una “pesadilla humanitaria”.
Ante el aumento de la cifra de muertos, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, reiteró que Washington piensa que Israel tiene que hacer más para proteger a los civiles.
“Estamos seguros de que todos reconocemos que se puede hacer más (...) para reducir las muertes de civiles. Vamos a seguir trabajado con nuestros socios israelíes para ese objetivo”, agregó.
Israel estima que aún hay 138 rehenes retenidos en Gaza. El viernes, informó que una operación destinada a liberar a secuestrados había fracasado y que dos soldados fueron heridos en el intento.
Por su parte, Hamás declaró que un rehén murió y difundió un video que muestra un cuerpo, pero esta afirmación no pudo verificarse de forma independiente.
La guerra reavivó también las tensiones en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. La Autoridad Palestina indicó el viernes que las fuerzas israelíes mataron a tiros a seis palestinos en un campo de refugiados.
Además, un bombardeo israelí en el sur de Siria mató el viernes a tres combatientes del movimiento libanés Hezbolá y a un sirio, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).