Israel retrasó este sábado la liberación de cientos de presos palestinos, tras la entrega por parte de Hamás de seis rehenes israelíes cautivos en la Franja de Gaza en virtud del acuerdo de tregua, cuya primera fase se acerca a su fin.
El movimiento islamista palestino acusó a Israel de “violación flagrante” del acuerdo de alto el fuego tras este anuncio.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió por su parte que actuaría “con firmeza” para llevar de vuelta a Israel a todos los rehenes que siguen cautivos en Gaza. Por la noche, debe mantener una reunión “sobre seguridad”, según una fuente oficial.
Tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, territorio ocupado por Israel, familias esperaban la liberación de sus allegados.
“Aún no me creo que mi hijo vaya a ser liberado tras 33 años” detenido, declaró a AFP Umm Diya al Agha, una mujer de 80 años, que esperaba en un hospital de Jan Yunis, en el sur de la Franja.
Hamás liberó el sábado por la mañana a seis rehenes, los últimos aún con vida, en el margen de la primera fase de la tregua entre Israel y el movimiento islamista en Gaza, que debe finalizar el 1 de marzo.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, advirtió el sábado que Hamás sería “destruido” si no liberaba “inmediatamente” a todos los rehenes.
Al igual que en las anteriores liberaciones, milicianos islamistas armados y encapuchados exhibieron en una tarima a cinco rehenes, antes de entregarlos a miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El sexto rehén, Hisham al Sayed, un beduino israelí de 37 años cautivo en Gaza desde hace una década, fue entregado al CICR fuera de las cámaras.
En total, cuatro de los seis rehenes liberados el sábado habían sido secuestrados durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, que desencadenó la guerra en Gaza.
A cambio, 602 presos debían ser liberados este sábado por Israel, según el Club de Prisioneros Palestinos. Pero fuentes israelíes anunciaron que estas liberaciones se habían retrasado.
Aunque no se ha señalado la razón, Netanyahu prometió el viernes que Hamás pagaría caro su “violación cruel” del alto el fuego, tras haber afirmado que uno de los cadáveres de rehenes entregados la víspera no era, como anunciado, el de la israelí de origen argentino Shiri Bibas.
Esta mujer fue secuestrada el 7 de octubre junto a sus dos hijos, Ariel y Kfir, que tenían en ese momento cuatro años y ocho meses. Tras el análisis de los restos de los dos niños, el ejército israelí afirmó que fueron “asesinados a sangre fría por terroristas”.
Hamás acusó el sábado a Israel de proferir “mentiras sin fundamento”. Los restos de Shiri Bibas, de 32 años cuando fue capturada, fueron finalmente entregados el viernes por la noche. Su autopsia, y la de sus hijos, no reveló ningún indicio “de herida causada por un bombardeo”, indicó el sábado el instituto de medicina legal.
Hamás afirmó en noviembre de 2023 que Shiri Bibas y sus hijos habían muerto en un ataque aéreo israelí.